Solalinde no cumple con sus principios: PGG

“Solalinde es un curita que no ha podido aprender que nos debemos de regir por el principio de que a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César, y declarándose misionero trata de jugar un papel protagónico en la vida política, mientras no hace o sabe hacer lo que le corresponde como sacerdote”, afirmó el ex gobernador de Chiapas, José Patrocinio González Garrido.

Refirió que en la presentación de su libro “Revelaciones de un misionero: mi vida itinerante” Alejandro Solalinde, después de mencionar que él propuso a Samuel Ruiz García para el Premio Nobel de la Paz, escribe lo siguiente en la página 127: “(…) el titular de la Secretaría de Gobernación de ese entonces, Patrocinio González Garrido, se puso de acuerdo con el Obispo de Cuernavaca, Luis Reynoso Cervantes, con el Nuncio Apostólico Girolamo Prigione y con otros dos prelados para acusarlo con Roma de muchas cosas falsas, buscando así que lo suspendieran”.

“Al curita no se le ocurrió buscarme para conocer mi punto de vista sobre ese tema y afecto como son a los chismes de sacristía, prefirió dar por válida su afirmación”, aseguró el ex mandatario.

Al respecto, dijo, es pertinente aclarar: “Samuel fue mi amigo, yo no dije misa y a él no le permití intervenir en asuntos políticos de Chiapas o de México. Su tarea era espiritual y le debió de preocupar mucho que durante su gestión perdió a la mitad de sus feligreses católicos, apostólicos y romanos que emigraron a otras religiones o sectas”.

Y continuó: “En cuanto a mis supuestos acuerdos con otros prelados, afirmo de manera categórica que nunca tuve tratos con ellos y que, en cuanto a que ellos intervengan en asuntos de materia política, me parece ‘tan malo el pinto como el colorado’”. 

“Quienes me conocen y son muchos, saben que no soy afecto a las sotanas y siempre evité el trato con ellas, porque al no ser creyente no me inquieta  la vida eterna que ellos regentean”, sentenció.

Por esas actitudes, afirmó el ex gobernador, “es natural que a Solalinde lo mandaron a donde lo mandaron los zapatistas, porque ellos tampoco le hacen el juego a los acomodaticios y oportunistas”.

En cuanto a que Solalinde sea gente cercana a Andrés Manuel López Obrador, dijo, “no lo sé, pero ‘cada quien mata sus pulgas a su modo’ y yo ni recomiendo ni cuestiono las decisiones de otros. Yo simplemente considero que el curita es un ente ajeno al quehacer político y que se debe de dedicar al desempeño del empleo que contrajo con Dios, según dicen ellos”.

Para finalizar, González Garrido, aseguró: “Lo que Alejandro Solalinde afirma de mi contubernio con otros curas es mentira, y debería de tener el valor para aclarar la falsedad de su afirmación, pero no lo hará, porque no tiene eso que se necesita para tomar esas determinaciones”.