En Teotitlán del Valle, artesanos con herencia zapoteca elaboran tapetes de lana en telares domésticos, utilizando para su coloración tintes naturales como el añil, la flor seca de cempasúchil, la grana cochinilla (insecto parásito del nopal) y el musgo de roca, entre otros elementos.
Doña Esperanza, una de las tejedoras más antiguas de Teotitlán, cuenta que cada día toma entre sus manos puñados de hilos teñidos de la naturaleza, para diseñar diversas figuras en forma de grecas y contar la historia de un pueblo con raíces zapotecas.
Mientras carga entre sus manos hilos formados y teñidos de diferentes colores, la artesana resalta la importancia de los elementos naturales, pero en especial el de la grana cochinilla, pues este insecto crea una pigmentación rojo carmín, el cual es uno de los tintes más usados y combinables para la elaboración de tapetes, bolsas y otras artesanías en Teotitlán.