“No estaba bromeado”, dijo. Es que previamente había dicho que compartiría públicamente su dolor. Nadie imaginó en lo que terminaría. Transmitió en vivo su muerte. Se colgó antes que llegara su patrón. La depresión lo asfixió. Los problemas sentimental y laboral, se mezclaron.
Ella y sus hijos eran la razón de su vida, así lo dijo él mismo. La voz de Roberto y su mensaje escrito están impregnados de dolor, tristeza. “Ni modo”, dijo resignado.
Roberto, oriundo de El Salvador, intentó hacer “su vida” en Chiapas. Aunque con carencias económicas, tenía un hogar. Pero ella se fue con otro.
El intentó reconquistarla. Ella le mintió varias veces. Y eso le dolió más.
“Ella falló, no yo. Olvidó nuestros sueños y planes por ese vato. Voy a mostrarle cuánto la amé”, escribió.
Roberto buscó en vano una salida, pero no la halló. Así, hundido en las arenas movedizas de la angustia, decidió escapar por la puerta falsa. La depresión había llegado a su clímax.
Entró al facebook. Lo dejó transmitiendo en vivo. En el video difundido en una página, cuyo celular y grabación fueron recuperados por la policía, se observa una soga colgada atrás de Roberto, que luce sin camisa.
Luego dice que se va vestir. Se pone la camisa. Y dice que es el momento. Se encomienda a Dios. El video se corta adrede por quien lo subió a la página.
“Como deseo tener una varita mágica y no sentir esto, dejarla ser feliz, y no haberla dañado amándola como la amo. Soy un cobarde. Solamente mi Dios podrá curarme, sanar mi herida”, escribió en su último mensaje posteado en su muro de facebook.