Para el biólogo Esdras Catillejos, investigador del Conacyt, Tuxtla Gutierrez tiene una agenda ambiental de vital relevancia pues deberá aprovechar el Plan Metropolitano de Desarrollo para cerrar el paso a nuevas urbanizaciones anárquicas, reducir los espacios pavimentados y multiplicar las áreas verdes, de lo contrario podría colapsar social y ambientalmente hasta convertirse en foco de alerta nacional de Protección Civil.
El también académico egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) explicó que el relevo gubernamental municipal de las autoridades salientes como las entrantes deben asumir el reto que la Federación y el Estado plantearon desde hace aproximadamente cinco años, al percibir los riesgos del desarrollo urbano anárquico en diversas ciudades del país, incluidas Tuxtla Gutierrez.
Por ello, se incluyeron proyectos integrales de desarrollo que buscan regular el crecimiento de las urbes y unirlas a otros municipios cercanos mediante acciones de conectividad y desarrollo social sustentable, donde el medio ambiente es prioridad.
Este trabajo ofrece recursos de la Federación para el Estado y los municipios, por lo que el desarrollo ambiental de Tuxtla Gutierrez estará también coordinado por el Gobierno del Estado y actualmente es ejecutado por el Ayuntamiento Municipal en funciones.
“No podemos dejar de criticar el actuar de las actuales autoridades, pues solamente han generado una imagen ‘estética’ de algunos parques y rotondas, pero no han atacado el problema de fondo (…) podrían dejar una ‘bomba de tiempo’ a los gobiernos electos”, dijo el miembro del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
La agenda ambiental y de desarrollo de la Zona Metropolitana es pública y en el caso de Tuxtla está integrada a la de Chiapa de Corzo y Berriózabal mediante el Plan Integral de Movilidad Urbana Sustentable (Pimus) y el Plan Metropolitano de Desarrollo Urbano (PMDU) que plantea crear una especie de ‘metrópolis’ en conjunto.
Este proyecto, explicó el ambientalista, tiene que ser retomado para negar rotundamente nuevas urbanizaciones en zonas de riesgo, reubicar zonas habitacionales inadecuadas, trabajar con la federación para liberar zona invadidas y reforestar cuencas hídricas.
Además, recuperar los causes originales de cuerpos de agua, introducir drenes pluviales de alta envergadura en áreas de escurrimiento, realizar un diagnóstico de los encajonados de la zona centro de la Ciudad como de colonias con encajonados.
A la par de estas acciones, multiplicar la reforestación y priorizar el desarrollo urbano con métodos ambientales, que no cementen sin salida los cuerpos de agua para evitar escurrimientos con altas velocidades como ya ocurre en algunas colonias del oriente y norte de la ciudad.
Solamente atendiendo estas prioridades podría Tuxtla aspirar a un desarrollo armonioso y sustentable, de lo contrario destacaría pero como un municipio de riesgo por el Sistema Nacional de Protección Civil, concluyó.