Vendía controles y perdió el suyo… se suicidó

Vendía controles de televisores, pero no tuvo uno que le permitiera el control de sus emociones. Se deprimió. Y se suicidó. Su padre se dedica a pintar casas. Ahora no soportará los colores alegres. Está de luto.

El niño de unos siete años, llora. Aún viste el uniforme escolar. Su hermano, un poco más grande, también se quedó vestido y acongojado. Ya no fueron a la escuela primaria.

Es que ayer a las 07:30 horas se percataron de que su padre José Alfredo Guzmán Pérez (38 años) estaba muerto. Al parecer ahorcado, bajo la hamaca en la sala de la pequeña casa.

Hasta la avenida Jade, entre las calles Ámbar y Zafiro, Manzana 26 Lote 6, de la colonia Democrática, llegaron paramédicos de la Cruz Roja, que tras valorar al hombre lo reportaron muerto.

Boca arriba, con un pantalón de mezclilla azul, descalzo, con una playera roja y un suéter blanco, el hombre quedó bajo la hamaca. Presuntamente ahorcado.

Los vecinos comentaban sobre las posibles razones de su fatal decisión.

“Era muy relajista el José. Ayer fue a comprar 10 huevos, una salsa casera y medio kilo de tortilla a mi casa. Lo vi serio. Onde iba yo a pensar que ya no lo volvería a ver”.

No tenía enfermedad terminal. Tampoco problemas con su esposa. “Se llevaban bien, cotorreaban chido”, dijo una señora.

Pero luego exclamó: “Ah ya sé, creo que fue la deuda con Compartamos. Pero no era pa que se matara. Con que trabajara duro y un poco de paciencia y salía adelante”.

Sí pues, ahora se la puso difícil a la viuda joven y sus tres hijitos. La deuda se cancela con la muerte, pero… y los gastos del funeral pues…

Pero tenía un seguro de vida, creo que le van a pagar todo en la financiera.

No creo, es que solo aplica cuando es por enfermedad o accidente, así como él se mató no le van a dar nada.

El diálogo fue interrumpido por la llegada de los agentes periciales de la Procuraduría General de Justicia del Estado, que tras tomar fotos, medir y preguntar, levantaron el cadáver y lo trasladaron al Servicio Médico Forense para la necropsia de rigor.

Hoy el local de la zona Centro en Tuxtla Gutiérrez, donde José vendía controles de televisores, está cerrado. Y las casas que su padre pintará serán se color negro, el único tono que podrá tolerar tras la pérdida de su muchacho.