Viene un misionero de paz

El papa Francisco vendrá a Chiapas como un misionero de la misericordia y de la paz, en donde habrá de resaltar el valor que tiene la familia para poder construir una sociedad más fuerte y más justa, indicó el arzobispo de Tuxtla Gutiérrez, monseñor Fabio Martínez Castilla.

En su visita a las instalaciones de Cuarto Poder, monseñor Fabio Martínez habló a detalle del significado que tendrá para Chiapas la llegada del papa a la entidad.

Entrevistado por el periodista Carlos César Núñez Martínez, el arzobispo de la Arquidiócesis de Tuxtla Gutiérrez dio a conocer que está prácticamente todo listo para recibir este próximo lunes al papa Francisco, y señaló que el sumo pontífice será recibido en un ambiente de júbilo y con muestras de cariño por parte de los chiapanecos.

-¿Por qué el papa escogió a Chiapas?

Creo que el para qué, nos los va decir el papa en su discurso. En su presencia, el papa viene como misionero de la misericordia y de la paz. Viene a Tuxtla como mensajero de la buena noticia de la familia. Nos ha dicho que la familia es lo que hace que la sociedad crezca madura y fuerte.

El papa nos va invitar a que despertemos desde la dignidad de la persona, para que seamos capaces, como verdaderos hijos de Dios, de ser mejores hermanos y vencer la indiferencia que tenemos ante los que más sufren.

-¿Qué espera la comunidad católica de Chiapas, y particularmente la de Tuxtla, de la visita del papa?

Lo que espero es un nuevo aliento. Para mí, la visita del papa es una caricia y una sonrisa de Dios; y cuando uno se siente amado, uno reacciona y se porta mejor, y es lo que espero, que realmente nosotros despertemos el gozo de nuestra fe y de ser hijo de Dios. Viene a aprender de nosotros, a compartir y contagiarse de nuestra fe. Espero en ese despertar la coherencia de vida, que no solamente nos digamos cristianos sino que vivamos como cristianos.

El papa quiere promover lo que Jesús trajo, la revolución de la ternura y que nosotros, con nuevas actitudes empezando desde la familia, iniciemos y construyamos un mundo nuevo. Por eso el gran reto va a ser escuchar desde el corazón.

Para mí como obispo, el gran reto va a ser lo que nos dijo el papa, y cómo lo vamos a asumir. Incluso, a nivel de misiones vamos a promover lo que nos dijo el papa no solo en Chiapas sino en todo México.

-¿Cómo y en qué condiciones encuentra el papa a la Iglesia Católica en Chiapas?

La encuentra como una Iglesia que quiere abrirse a la misión, una iglesia viva que se está fortaleciendo, una iglesia entusiasmada por su visita, que quiere escuchar desde el corazón lo que Dios quiere de nosotros a través de él. Va a encontrar una Iglesia que está fortaleciendo la unidad.

-Personalmente ¿qué siente usted al estar a unas hora de recibir al papa en Chiapas?

Siento alegría, pero también siento nervios -respondió con una sonrisa el arzobispo de Tuxtla Gutiérrez.

En Chiapas

Monseñor Fabio Martínez Castilla destacó el gran significado que tendrá el encuentro que sostendrá el papa Francisco con los indígenas de las diferentes etnias de Chiapas.

Misericordioso

El papa viene a tener una cercanía con los que más sufren, con los más pobres, con los más desprotegidos. Uno de los campos que requiere de mayor atención son nuestros pueblos indígenas, y Chiapas es el estado que tiene más etnias y por eso el papa Francisco fue quien eligió los lugares que iba a visitar.

Por eso viene a hacer un llamado a todos nosotros de que lo más importante es la persona humana, y toda persona humana tiene su dignidad, la tiene el indígena, el migrante, el pobre, el enfermo. Y todo proyecto, inclusive económico, debe hacerse desde la persona y no desde los intereses económicos, porque cuando no se tiene en cuenta a la persona es cuando hay injusticias, abusos y se crea más pobreza.

El papa Francisco ha sido testigo de mucho sufrimiento, toda vez que proviene de una familia que, al igual que muchas, ha tenido que hacer camino por cuenta propio, incluso la de ser migrantes para para salir adelante. Por eso sabe y conoce lo que enfrentan y padecen los que menos tienen.