“Lo peor que le puede pasar a un país es ver segada la vida de sus jóvenes por causa de la violencia de un poder arbitrario. Es como mutilar el futuro”, afirma el escritor nicaragüense Sergio Ramírez (1942).

El premio Cervantes 2017 considera que esto es lo que ocurre en Nicaragua a partir de la serie de manifestaciones que se iniciaron el pasado 18 de abril, en contra de las reformas al sistema de seguro social, cuya represión ha dejado un trágico saldo de al menos 47 muertos en las calles.

Tras reflexionar sobre esta “profunda crisis” que atraviesa el país, el escritor decidió suspender de manera indefinida la sexta edición del Encuentro de Narradores Centroamérica Cuenta 2018, que creó y preside desde hace cinco años.

Más de cien narradores, cronistas, periodistas, cineastas, editores, libreros, traductores y académicos de 30 países de América y Europa se iban a reunir en Managua, del 21 al 25 de mayo, para analizar “los retos de escribir y publicar desde una de las regiones más pobres y conflictivas del continente”.

El también premio Internacional Carlos Fuentes 2014 detalla, en un comunicado, que han desarrollado un festival cultural que no tiene precedentes en Nicaragua, por la variedad y la calidad de los invitados. “Hemos logrado colocar a la región en los mapas culturales del mundo”.

Sin embargo, agrega, “al convocarse a un diálogo nacional mediado por la Iglesia católica, y en el que debían participar, en primer lugar, los movimientos juveniles protagonistas de estos hechos, además de la empresa privada y otras fuerzas cívicas, de cara al gobierno, habíamos pensado que sostener al mismo tiempo un diálogo cultural como Centroamérica Cuenta, podría haber ayudado a enriquecer las perspectivas de un entendimiento nacional.

“Pero los últimos acontecimientos muestran un deterioro, muy preocupante, de la situación y no podemos prever que para las fechas previstas de nuestro encuentro las tensiones hayan disminuido como para que el público, que de manera cada vez más creciente nos ha venido acompañando, pueda hallarse en situación de asistir a los actos programados”, añade.

El especialista en la obra del poeta nicaragüense Rubén Darío (1867-1916) señala que, de esta manera, el encuentro “se vuelve incongruente en las presentes circunstancias y, por tanto, nos vemos obligados a suspender su celebración y aplazarla para una fecha más propicia”.