Violinista denuncia abusos de Enrique Bátiz
Enrique Bátiz dirigiendo la Orquesta Sinfónica del Estado de México. Cortesía

Un día después de darse a conocer el relevo de Enrique Bátiz Campbell al frente de la Orquesta Sinfónica del Estado de México (OSEM), una violinista de origen suizo Silvia Crastan difundió en redes sociales que fue víctima de violación hace 22 años por parte del director orquestal.

Crastan denunció el suceso en su cuenta de Twitter @SilviaCrastan en un mensaje que dirigió a Alfredo del Mazo, gobernador del Estado de México, el 2 de febrero luego de que la músico compartió un video de Youtube del programa Qué poca madre, que data del 5 de diciembre de 2017, conducido por Brenda Mejía y Germán Márquez.

Ahí los conductores aseguraron haber recibido acusaciones por parte de músicos de la OSEM que señalaban a Bátiz por conducta prepotente, insultos e incluso acoso sexual a las mujeres de la agrupación.

Tras compartir el video, la violinista y actriz refirió en su cuenta de Twitter: “Es momento de denunciarlo, me violó en 1996 en un cuarto de hotel en Zurich, y mis acusaciones no encontraron respuesta… por el contrario, el embajador mexicano en Suiza (un amigo de Bátiz) lo encontró cool y divertido.”

Este jueves, tras conocer que Bátiz había sido relevado del cargo de la OSEM, Crastan escribió: “¡Le deseo a la OSEM la mejor de las suertes para encontrar un director profesional que trate a los músicos con la amabilidad y respeto que se merecen! ¡Bravo por el gran trabajo! Ustedes son los que tocan, no el director, y merecen sentirse apreciados y a gusto”.

El miércoles pasado el patronato de la orquesta dio a conocer en un comunicado que Bátiz Campbell fue sustituido de la OSEM, tras 46 años de dirección, por Rodrigo Macías, debido a problemas de salud relacionados con la enfermedad de Parkinson.

De acuerdo con el diario Reforma, Crastan tenía 24 años y tocaba con la Symphonisches Orchester Zürich cuando Bátiz fue invitado como director huésped. La violación, según contó, sucedió en el cuarto de un hotel cuando Castan aceptó un desayuno, previo al concierto. Le propuso dejar su instrumento en la recámara para poder desayunar, subieron y ahí la inmovilizó. La violinista también refirió que no acudió a la policía porque estaba traumatizada.