A un año del terremoto del siete de septiembre, la reconstrucción de los deterioros en la cabecera municipal es muy lenta, muchos hogares carecieron de apoyo de daños parciales por parte de las autoridades federal y estatal.
Las familias que han reconstruidos sus hogares en su totalidad son de recursos propios; muchos no fueron beneficiados por parte de las autoridades, pero otras familias fueron defraudadas con tarjetas por empresas constructoras.
Los afectados se apuntaron por daños parciales ante las dependencias y no fueron beneficiados de las promesas por el gobierno federal y estatal, y aún siguen con la esperanza de que llegue ayuda.