Acumulan siete años de desplazamiento un grupo de habitantes del ejido Puebla del municipio de Chenalhó.
Fue el 26 de mayo de 2016 cuando un grupo integrado por al menos unas 40 personas armadas desalojó de sus viviendas a los habitantes del ejido, que antes de esta situación sobrevivían de las cosechas que les permitían el autoconsumo.
De acuerdo con los relatos de los propios afectados, alrededor de las 13:00 horas de aquel día, los hombres portando palos, piedras, machetes y algunas armas de fuego dañaron todo lo que encontraron a su paso.
Algunas de las balas se alojaron en el cuerpo de uno de los campesinos que aún estaba en el interior de su vivienda, por lo que Guadalupe Cruz Hernández perdió la vida a consecuencia de esa agresión.
Sobre el origen o las causas que motivaron estas agresiones, las víctimas relatan que todo se dio porque ellos no comulgaban con ninguna idea política; sin embargo, los simpatizantes de partidos políticos buscaban sumarlos a sus filas o en caso de no ser así, desalojarlos de sus viviendas, las cuales fueron dañadas y quemadas.
Algunos de los agredidos pudieron correr y esconderse dentro de la maleza para proteger su integridad; de ahí partieron con destino a la cabecera municipal de San Pedro Chenalhó, y desde entonces comenzaron a buscar el apoyo necesario para ser reubicados o poder regresar en condiciones de seguridad a sus parcelas; sin embargo, han pasado siete años sin que esta situación tenga una solución favorable para los afectados.
Desde aquel día, los habitantes despojados de sus tierras y de algunas pocas pertenencias prácticamente viven como nómadas, pues a lo largo de los años se han apostado en diferentes puntos, en algunos momentos en la vía de cuota Tuxtla Gutiérrez-San Cristóbal, en algunos momentos más en algunas galeras improvisadas en San Cristóbal de Las Casas, y en otros se han apostado en el parque central de la capital del estado.