Afectaría a tres millones 100 mil chiapanecos

La cuarentena obligatoria que pudiera decretar el gobierno local para los chiapanecos, debido al impacto de la contingencia sanitaria que entrará en fase tres, después de la primera quincena de abril, podría generar afectaciones económicas en tres millones 100 mil personas, números que salen al sumar un millón 500 mil que se encuentran en la completa informalidad (sin seguridad social ni prestaciones) y el millón 600 mil que no son económicamente activos, de acuerdo a los datos arrojados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Los daños económicos que dejará la pandemia (Covid-19) para la entidad no son menores, al analizar los datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) 2019, se puede confirmar que la informalidad en el estado es de 71.8 por ciento, es decir, la mayoría de las personas vive, prácticamente, al día y carecen de toda protección.

Ese millón y medio de chiapanecos que están en la informalidad, abarcando todos los rubros, desde la parte del trabajo doméstico, agropecuario o subordinado; incluso, pueden estar en unidades económicas formales pero no cuentan con seguridad social.

La situación es más grave si se le suma que existen otras 54 mil personas (2.5%) que en el último trimestre de 2019 no trabajaron, ni siquiera, una hora; no obstante, sí mostraron la disposición de realizar actividades remuneradas.

Mantener la sana distancia o quedarse en casa a fin de no propagar el virus en Chiapas, también podría generar un impacto económico en 301 mil personas, las cuales se ubican (hasta el corte de la encuesta) bajo el rubro de subocupadas.

“La ‘población ocupada’ en el sector informal (que se refiere a la población ocupada en unidades económicas no agropecuarias operadas sin registros contables y que funcionan a partir de los recursos del hogar o de la persona que encabeza la actividad sin que se constituya como empresa) alcanzó un total de 537 mil personas en el trimestre de referencia”, añade el Inegi.

En el estado de Chiapas, existen 2.2 millones de personas (mayores de 15 años) que tienen la capacidad de producir bienes y servicios, ese número se debe al crecimiento de la población y de la misma necesidad de generar ingresos.

Adicional a ello, un millón 625 mil 961 personas no son económicamente activas y esto significa que no participaron “en la actividad económica, ni como ocupados ni como desocupados. En el trimestre octubre-diciembre de 2019, 1.6 millones de personas, equivalente al 42.9% del total de la población de 15 años y más, integraban este sector, del cual 1.4 millones declararon no estar disponibles para trabajar debido a que tenían que atender otras obligaciones, o tenían interés, pero se encontraban en un contexto que les impedía poder hacerlo (tiene impedimentos físicos, obligaciones familiares o están en otras condiciones)”.

La situación de hacer una cuarentena obligatoria, desde el punto de vista económico, también es preocupante al considerar que de los trabajadores subordinados y remunerados, apenas el 35 por ciento de ellos tiene acceso a una institución de salud, y 607 mil no disponen de un contrato laboral firmado.

El último dato que se tiene, es que en Chiapas trabajan dos millones 100 mil personas; de ese número, 664 mil son mujeres. Para la entidad, la mayoría de los chiapanecos dependen del sector terciario que abarca el 49.7 por ciento, y ese porcentaje se traduce en un millón de personas. En el sector primario están 631 mil y, el faltante, en el secundario.

Con esos números, se puede concluir que la mayoría de los empleos en Chiapas están en el comercio, restaurantes, alojamiento, transporte, servicios profesionales, sociales, financieros y corporativos. En menor porcentaje están los que se ubican en la industria, construcción, ganadería, agricultura, caza y pesca.

“La población ocupada desempeña una gran variedad de tareas que realiza con distinta intensidad: mientras que por un lado 5.0% trabaja menos de 15 horas semanales, en el otro extremo, 28.5%, labora más de 48 horas semanales. En promedio, la población ocupada trabajó en el cuarto trimestre de 2019, jornadas de 43.1 horas por semana”.