Agricultura regenerativa ante cambio climático
La agricultura, consideró el experto, es la principal vía para combatir y revertir el cambio climático. Cortesía

La agricultura regenerativa puede ser parte de la solución a los efectos del cambio climático; hoy en día el sistema agropecuario global sólo puede alimentar a la mitad de la población sin traspasar los límites del planeta, es decir, sin poner en riesgo a las futuras generaciones.

El profesor investigador del Colegio de Postgraduados (Colpos), Prometeo Sánchez, explicó que consiste en utilizar prácticas sustentables y tecnologías de última generación para producir alimentos sanos, limpios y nutritivos a través del aumento de la fertilidad física, química y biológica de los suelos y la conservación del agua.

Indicó que el Colpos realiza varias acciones en este tema; por ejemplo, ha trabajado en el manejo integral de la nutrición de cultivos, que consiste en acondicionar el suelo, en bioestimulación de raíces, fertilización de cultivos y bioestimulación aérea.

Trabaja en el desarrollo de capacidades y habilidades de productores y técnicos para el mejoramiento y manutención de la fertilidad biológica del suelo en aguacate, y en el mejoramiento de la fertilidad química y biológica del suelo para la siembra de tomates, en el invernadero de Oaxaca, con rendimientos de hasta 450 toneladas por hectárea.

Ha realizado acciones de mejoramiento de la fertilidad física, química y biológica del suelo para la producción de banano en Chiapas, con rendimientos de hasta cuatro mil cajas por hectárea; y para el cultivo de fresa en Michoacán, con rendimientos de hasta 70 toneladas por hectárea, anotó.

Enfatizó que es posible alimentar a la población creciente con comida sana y nutritiva, bajo el concepto de agricultura regenerativa, dando prioridad a las acciones encaminadas al aumento de la fertilidad de los suelos, que permitan mitigar el cambio climático, la deforestación y la contaminación del agua.

Enfatizó que la degradación física, química y biológica de los suelos es un problema de México y del mundo, ya que de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), un tercio de los suelos en el mundo están degradados.

Afectaciones

Refirió que en México, aproximadamente el 62 por ciento de los suelos presenta cierto grado de degradación física (compactación de suelo, erosión hídrica o eólica) o química (salinidad, mal uso de fertilizantes), sin embargo, la degradación biológica (pérdida de carbono) es mayor.

Explicó que los suelos deteriorados producen plantas de mala calidad con deficiencias nutrimentales, es decir, que se enferman más y sus rendimientos son bajos, además de que producen alimentos de mala calidad nutritiva.