Dan de alta a religiosa herida en Aldama
La religiosa María Isabel fue herida en la pierna cuando un grupo armado atacó a balazos a personas de Cáritas y del Fideicomiso. Cortesía

La religiosa María Isabel Hernández Rea, herida de bala el miércoles en la comunidad de Tabak, municipio de Aldama, fue dada de alta este sábado, informaron fuentes de la diócesis de San Cristóbal de Las Casas. 

Añadieron que la monja, de 52 años de edad, estuvo internada tres días en un hospital privado, conocido como “hospitalito de las madres”, donde fue visitada por muchas personas. 

Agregaron que debido a que el balazo le dañó la pierna, aunque no tocó el hueso, no puede caminar, por lo que se recuperará en la casa de su congregación ubicada en esta ciudad. 

La religiosa pertenece a la congregación de las Hermanas Dominicas de la Reina del Santo Rosario y colabora en la parroquia de San Andrés Larráinzar, vecino de Aldama.  

Fue herida de bala en la pierna de derecha el miércoles pasado cuando, de acuerdo con diversas denuncias, integrantes de “un grupo armado de corte paramilitar” de Santa Martha atacaron a balazos a un grupo de personas de Cáritas y del Fideicomiso por la Salud de los Niños Indígenas de México (Fisanim) cuando entregaban ayuda humanitaria en la localidad de Tabak a familias desplazadas por la situación de la violencia armada en Aldama. 

El ataque armado en contra de la caravana, que según la actriz Ofelia Medina, quien encabeza el Fisanim, entregó ese miércoles en Tabak, 250 despensas para igual número de familias, ha provocado muchas reacciones. 

En este contexto, la embajada de Canadá en México condenó la agresión en contra de la brigada que entregaba ayuda humanitaria a desplazados de Aldama, e hizo un llamado al gobierno para el “cese de las agresiones armadas en la región”. 

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), por su parte, informó que tuvo conocimiento “de nuevos ataques armados por parte de supuestos grupos paramilitares en contra de indígenas tzotziles en Aldama, ocurridos el 18 de noviembre, a causa de un conflicto territorial”.

Recordó al Estado mexicano “su obligación de garantizar la vida e integridad de los pueblos indígenas, la que se encuentra ligada al uso y disfrute de su propiedad tradicional, y de prevenir amenazas a dichos derechos adoptando medidas concretas para su protección”. 

Asimismo, le hizo un llamado “a tomar medidas urgentes frente al conocimiento de posibles riesgos a la vida e integridad personal de las y los habitantes de comunidades tzotziles, así como evitar su desplazamiento y promover una solución pacífica al conflicto intercomunal”. 

Aldama y Santa Martha están enfrentados desde hace 45 años por la disputa de 45 hectáreas, aunque últimamente ha tomado otra connotación, lo que ha dejado 26 muertos y varios heridos de ambos pueblos, ubicados en los Altos de Chiapas.