Aunque el Arco del Tiempo, ubicado en Cintalapa, ha ganado terreno en los últimos meses en el gusto de la población, Pablo César Albores León, presidente de la Alianza de Empresarios de Naturaleza en Chiapas A. C., denunció que el sitio se está llenando de desechos humanos (heces fecales) y de exceso de basura, debido a la falta de coordinación entre las instituciones.
De ser un producto muy bonito en materia turística y difícil para llegar, puntualizó, ahora el sitio se abarató y las agencias irregulares lo ofertan sin el protocolo correcto para ingresar, en consecuencia, trae como resultado un daño ambiental.
Entrevistado sobre el tema, puntualizó que en los últimos dos meses el número de visitantes ha sido muy alto y se han contabilizado hasta 100 personas por día, número que rebasa la capacidad del lugar que es pequeño y muy frágil en la parte ambiental.
El líder del sector comentó que han tenido información respecto a que los visitantes de forma irregular se introducen al agua para hacer sus necesidades y, al ser un lugar reducido, los residuos quedan en el mismo Arco del Tiempo.
Lo que se tiene que hacer, sugirió, es que las autoridades en materia de turismo lleven capacitaciones a las personas de la comunidad de Lázaro Cárdenas, a fin de que entiendan sobre la importancia del cuidado del medio ambiente y de que ellos son los que tienen que proteger el destino, de lo contrario, colapsará.
Los operadores turísticos que son responsables, enfatizó Albores León, cuentan con un seguro para todas las actividades que se realizan; además los empresarios que agendan viajes a la zona deben operar con un guía certificado, tener una carga correcta en el número de personas que llegan y si se ingresan 10 bolsas con insumos, esa misma cantidad se tiene que retirar del lugar.
El Arco del Tiempo se convirtió en un lugar con alta demanda de turistas debido a que es uno de los arcos de piedra natural más altos del mundo; tiene más de 180 metros de alto y el sitio permite actividades de naturaleza y de rapel, sin embargo, requiere de personal capacitado y de material especializado.
Lamentablemente, enfatizó Albores León, por el momento no hay ninguna autoridad que vigile que las actividades verticales se hagan de forma responsable; adicional a ello, la basura plástica y los desechos humanos comienzan a expandirse.
Al llegar de forma individual, dijo, la población debe pagar 100 pesos y 400 más si desean usar las paredes o realizar rapel. Sin embargo, si alguien quieren acampar el costo se eleva a unos mil 500 pesos.
Finalmente, remarcó que para corregir la problemática es urgente que participe la autoridad municipal de Cintalapa, la Secretaría de Turismo, la comunidad Lázaro Cárdenas y otras instituciones en la materia, de lo contrario, ningún esfuerzo empresarial será suficiente.