Emiten recomendación a Pemex por negligencia
Pemex tendrá que hacer una investigación sobre su capacidad de atención a sus derechohabientes. Cortesía

La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) dirigió una recomendación, a tres años de los eventos, a Petróleos Mexicanos (Pemex) por la inadecuada atención médica hacia un adulto mayor que falleció en un Hospital Particular Subrogado en Tuxtla Gutiérrez.

El organismo nacional decidió emitir la Recomendación 38/2020 al director general de Petróleos Mexicanos (Pemex), Octavio Romero Oropeza, por la violación al derecho humano a la protección de la salud con motivo de la inadecuada atención médica proporcionada a un hombre de 70 años, quien falleció en un Hospital Particular Subrogado por la empresa productiva del Estado.

Se advirtió que, a pesar de que los actos del personal de Salud que laboraba en el Hospital Subrogado resultan ser actos de particulares, tuvieron su origen en la obligación en materia de seguridad social a cargo de Pemex de proporcionar atención médica de manera directa o a través de servicios subrogados a sus trabajadores en activo, jubilados y sus derechohabientes, de conformidad con su normatividad, decidió concluir la CNDH.

La Comisión explicó que Pemex suscribió con una empresa un contrato para la ejecución de servicios consistentes en la administración y servicio integral de hospitalización subrogada y atención médica integral a trabajadores, jubilados y derechohabientes de Pemex, motivo por el cual los servicios médicos subrogados se proporcionaron a través de una red médica de hospitales en las localidades designadas por Pemex, como fue el Hospital Subrogado en el que se atendió a la víctima.

De acuerdo con la queja inicial, el paciente fue ingresado al Hospital Subrogado el 2 de mayo de 2017 con diversos malestares; el médico en turno del área de Urgencias únicamente le aplicó una inyección intravenosa, sin informar a los familiares el medicamento que le había suministrado.

Al día siguiente, el enfermo continuó con molestias, por lo que la médica general solicitó la elaboración de diversos estudios de laboratorio que se le practicaron hasta el 4 de mayo, cuando le fue diagnosticado “anemia y fiebre tifus”, por lo que le prescribió ocho medicamentos. En la farmacia del Hospital Subrogado indicaron que no contaban con los mismos, solicitándoles que acudieran al día siguiente para que se los proporcionaran.

El día 5 de mayo en la farmacia del Hospital Subrogado indicaron que todavía no contaban con los medicamentos y les solicitaron que al día siguiente se comunicaran vía telefónica para que les informaran si ya contaban con ellos.

En la madrugada del 6 de mayo, y toda vez que el enfermo comentó a sus familiares que sentía que “le faltaba el aire”, nuevamente acudieron al área de Urgencias donde, a las 03:55 horas, un médico atendió al enfermo y cuatro minutos después informó a sus familiares que presentaba paro cardiorrespiratorio y solicitó su autorización para intubarlo. A las 04:45 horas se declaró su fallecimiento.

Al realizar el trámite para el traslado del cuerpo a la funeraria, trabajadores del Hospital Subrogado solicitaron a los familiares que realizaran un depósito de 600 pesos por concepto de las sábanas con las que se estaba cubriendo el cadáver, y que de no hacerlo lo sacarían desnudo.

La Comisión Nacional acreditó una responsabilidad institucional en materia de derechos humanos por parte de Pemex pues, aunque no proporcionó de manera directa la atención médica al enfermo, fue ese organismo el que llevó a cabo la contratación del proveedor de seguros de salud y era responsable de supervisar y vigilar los servicios de salud que proporcionaba de manera indirecta.

La Comisión Nacional destacó la falta de disponibilidad de los medicamentos, debido a que el acceso a las medicinas esenciales para el control de los padecimientos forma parte integrante del derecho a la salud. La obligación del Estado en cuanto a la prestación de los servicios médicos integrales y subrogados implica que los medicamentos prescritos sean otorgados sin discriminación para todas las personas en general y, en particular, a los grupos vulnerables.

Por lo anterior, la CNDH pudo acreditar el nexo causal existente entre la inadecuada atención médica de la que fue objeto la víctima con el deterioro ocasionado a su salud; por ende, se comprobó una responsabilidad institucional desde el punto de vista de los derechos humanos imputable a Pemex, pues no justificó que hubiera realizado las medidas suficientes y necesarias para supervisar o vigilar la prestación de los servicios médicos subrogados ni el abastecimiento adecuado y oportuno de medicamentos, motivo por el cual se le dirigieron siete puntos recomendatorios.