Jolcotom, el último laudero de Chamula
Mastro Pérez Jolcotom es el único laudero antiguo que queda en Rancho Narváez, Chamula.

Según las creencias indígenas, el origen del arpa puede considerarse un acto espiritual, donde aquellas personas que tocan este instrumento reflejan la emoción de llevar el sonido al cielo.

También puede considerarse una instrucción celestial, por tal razón los “elegidos” llegan a ser pocos. Tienen el don de fabricar arpas y la sensibilidad de vibrar las cuerdas con los dedos.

Además modelan los sonidos, y reflejan expresiones y sentimientos que trasmiten a los oyentes. El arcano ruido de esta pieza de arte es una manera de acercarse al “Creador”.

Chiapas se distingue por su propio sistema de construcción de instrumentos en las comunidades indígenas de la zona Altos, específicamente en los municipios de San Juan Chamula, Zinacantán, Tenejapa, Chenalhó, Pantelhó, Mitontic y Larráinzar.

Dicho lo anterior, esta casa editorial arribó al paraje de Rancho Narváez, perteneciente al municipio de Chamula, un lugar casi despoblado donde la manta de neblina cubre las viviendas y la poca gente se dedica al campo.

Entre los matorrales, al fondo, se encuentra la morada de Bankilal (hermano mayor en tsotsil) Mariano Pérez Jolcotom, un indígena de 69 años que ha dedicado casi toda su vida a la elaboración de arpas tradicionales.

A esta reunión nos acompañó Flavio, músico de Chamula, quien nos apoya en la traducción del diálogo ya que mastro (maestro) solamente habla su lengua materna, el tsotsil.

Jolcotom afirma que elabora este instrumento de cuerdas a base de la madera de Pinabeto, un árbol que se produce en la zona Altos con abundancia y sirve especialmente para realizar arpas.

“Es un simbolismo divino y sagrado de la cosmovisión de los pueblos; el arpa es tocada en ceremonias y actos santos, también en los cambios de cargo de las autoridades tradicionales y finalmente para recibir, despedir y guiar a nuestros difuntos”, explica Bankilal.

Mariano es uno de los últimos lauderos (actividad que consiste en fabricar o reparar instrumentos de cuerda) en Rancho Narváez, por lo que muchos indígenas de Chamula y sus alrededores asisten a él por su amplia experiencia, su conocimiento y por el respeto a su cultura.

Durante la charla, nos percatamos que mastro no para de toser, por lo que el traductor comenta que recientemente esta saliendo de un cuadro bronquial o posible Covid, sin embargo, el hombre se nota firme y la enfermedad no opaca el desarrollo de la pieza de arte y de precisión que muestra al lente de Cuarto Poder.

Algunos tablones o trozos de madera, virutas, serrín, herramientas antiguas y las tan distinguidas cruces de madera adornan su aislado taller, que además carece de luz.

El artesano es el único de la zona que sigue manteniendo vivo este oficio, por esa razón Jolcotom es y seguirá siendo uno de los grandes lauderos indígenas del estado.

“El Pinabeto conforma la caja de resonancia (parte fundamental del arpa que emite el sonido), y a su vez va unida con la consola, columnas y las clavijas que sujetan la treintena de cuerdas. “Un proceso de 10 a 20 días en el que cada detalle influye en el sonido final.

Estos instrumentos oscilan entre los tres mil a cinco mil pesos llevando las particularidades tradicionales y sin modificaciones, se elabora tal cual debería de ser una arpa indígena del estado”, comenta.

El sonido que tiene la entonación del arpa es único; las manos hábiles de Mariano hacen sonar el “Bolom Chon ta vinajel” (Jaguar del cielo), el cual es uno de los himnos más solemnes de Chamula, además de “Ch’ulel” (Espíritu), “J-ilol” (Curandero), entre otras melodías que inmortalizan a su pueblo.

Es importante comentar que muy pocos jóvenes indígenas se han unido para preservar este trabajo; agregando a su estilo acabados con toques modernos para un sonido más especifico, intenso y armonioso.

Para finalizar, la música en Chiapas refleja la multiculturalidad de la región y trasmite historias de los pueblos que han cobrado un sentido ceremonial y se acompañan de cantos y rezos, ensamblando de esta manera la melodía para los santos.