“La jefa Cecilia” y su lucha contra el Covid-19

Cecilia Martínez Benitez es enfermera de profesión, con 47 años ha dedicado casi la mitad de su vida a cuidar de otros, a reconocer que la salud es un derecho para todos; la pandemia por la Covid-19 comprobó su vocación y ello le mereció un reconocimiento con la mención honorífica “Héroes de la salud”, otorgada por el Hospital de Especialidades Pediátricas (HEP) en Tuxtla Gutiérrez.

A pesar de la distinción, contó que los últimos meses fueron difíciles. Como profesional tuvo que asumir nuevos riesgos; recordó a la última epidemia que vivió México y Chiapas, aunque los daños fueron menores a los registrados en esta emergencia sanitaria.

De la mano de otras 77 enfermeras distribuidas en seis turnos, realizaron un trabajo excepcional durante los puntos más álgidos de la pandemia. Pese al reconocimiento obtenido, Cecilia Martínez Benitez cuenta que pasaron, junto al resto del personal, momentos en los que todo “se veía muy complicado”.

Retos

Con todo y las adversidades, y las nuevas exigencias en su profesión, su temple le permitió continuar con sus actividades. Benitez dijo que uno de los puntos más difíciles fue aprender a portar un traje de protección tan completo y riguroso; como los protocolos lo marcan, todos los insumos los portaba por largas horas.

La tarea más compleja en esta pandemia la resume en una sola frase: alejarse de sus seres queridos. Ella estuvo aislada de sus padres a lo largo de seis meses; de día y de noche, recordaba la carga emocional de la separación familiar.

A través de las áreas, recordó, pasaron 20 pacientes hospitalizados, y se atendieron a más de 120 menores que tenían la sospecha de ser portadores de Covid-19. Pese a los esfuerzos, dos pacientes perdieron la vida.

De pie

“La jefa Cecilia”, como la conocen por tener a su cargo a 77 enfermeras, lamentó la muerte de sus tres compañeros: Beatriz Carmelina, Juan Carlos Toledo y Óscar Sarmiento; en su zona de trabajo no se reportaron contagios o decesos, gracias al manejo que se tuvo de todo el equipo.

Sin embargo, el temor también se trasladó a las afueras de las instalaciones del Pediátrico, ya que temía ser víctima de discriminación por desempeñarse en una institución de salud. Tuvo que aprender a ser rigurosa en el manejo del uniforme, a desplazarse con cuidado para no repetir las agresiones de las que fueron sujetas el resto de sus compañeras.

Más allá del temor por el virus, o por las agresiones que pudiera vivir al exterior del HEP, “la jefa Cecilia” sigue enérgica en su labor, señala que la pandemia aún continúa su desarrollo natural, por lo que no hay que bajar la guardia e hizo un exhorto a la población a no descuidarse, pues el Covid-19 no termina de dar tregua.