La pesadilla para el personal de salud
Los trabajadores de la salud se han llevado la peor parte en el combate a la pandemia. Cortesía

El Covid-19 es la enfermedad que el mundo conoció con más inquietud que certeza durante el 2020, y este año ha tomado fuerza en México y en varias partes del mundo, al grado de poner todos los días sobre una balanza la vida de todo el personal de salud que se ha puesto sobre la primera línea de batalla.

La vacuna, tarde pero esperanzadora, parece un escudo que puede aminorar el miedo de médicos y enfermeras, quienes enfrentan la atención de los pacientes enfermos a cualquier hora del día.  

Los reportes oficiales, que apenas describen una parte minúscula de todos los daños que ha dejado la emergencia sanitaria, revelan un aproximado (en cifras) del personal de salud que ha enfermado, a cambio de dar la oportunidad de vivir a cientos de mexicanos.

La Dirección General de Epidemiología (DGE), que depende de la Secretaría de Salud del Gobierno Federal, informó -en un documento actualizado al 21 enero- que se han registrado 204 mil 70 casos acumulados en los trabajadores del sector, sumado a 37 mil 319 personas sospechosas de la enfermedad y 297 mil 942 más que dieron negativo.  

La dependencia federal incluye en la lista de contagios a los dentistas, enfermeros, laboratoristas, médicos y otros. La información no puntualiza si este personal se contagió en el trabajo, en su hogar o en otro espacio. 

Otras consecuencias

Más allá del impacto en la salud que ha generado el coronavirus en el personal médico, se debe hablar del daño psicológico que provoca con desenlaces iguales o más preocupantes.

El enfrentamiento constante a la enfermedad dentro y fuera de su espacio laboral, genera una gran cantidad de angustia, ansiedad y estrés, que juntas producen desequilibrios emocionales y pueden desencadenar en situaciones de depresión, consumo nocivo de sustancias e incluso llegar a pensamientos suicidas.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó sobre lo que ha denominado “la fatiga pandémica”, es decir, el hartazgo de la población para seguir con las medidas de protección en su hogar y en otros espacios que visitan.

El personal de salud de la primera línea de atención a pacientes Covid, en específico, está sometido a un desgaste emocional y mental permanente, por ello el sector ha implementado servicios de psicología, psicoterapia y contención psicológica emocional.

Datos

Las estadísticas muestran que la Ciudad de México tiene mil 97 casos activos de trabajadores de la salud, es decir, personas que se contagiaron de la enfermedad en los últimos 14 días; el segundo lugar con más trabajadores enfermos es Guanajuato, con 699.  

Para el caso de Chiapas, es la penúltima entidad y tiene números muy bajos, sólo reporta como contagiadas activas a 33 personas. El último lugar lo tiene Campeche, con 10 trabajadores. “Al corte de información del día de hoy, el 7.8 % de los casos activos en el país corresponde a personal de salud”, complementa la información de la DGE.

Trabajadores

En la parte del personal de salud, la DGE muestra que el 40 % de los contagios los concentran las enfermeras; el 30 % otros trabajadores; con el 26 % se ubican los médicos; y más abajo los dentistas y laboratoristas, con el dos por ciento en cada rubro, respectivamente.  

De los 204 mil 70 casos acumulados, el 66.4 % tenía, al menos, una comorbilidad. Dentro de los padecimientos crónicos se detectó a la obesidad, hipertensión, diabetes, tabaquismo, asma, entre otros.  

Hasta el momento han muerto dos mil 687 trabajadores de la salud a causa del virus, 230 defunciones más se colocaron como sospechosas. El Estado y la Ciudad de México, así como Veracruz, Puebla, Jalisco, Guanajuato, Tabasco, Chihuahua, Tamaulipas y Sonora, fueron las entidades que reportaron el mayor número de decesos.   

Atención psicológica

El director de Atención a la Salud Mental y las Adicciones de la Secretaría de Salud del estado, Jesús Valtierra Hernández, comentó que para brindar atención especializada al personal de salud de la primera línea de atención, a familiares y a las propias personas que estuvieron enfermas de coronavirus, se creó el Centro de Rehabilitación Psicológica Post Covid-19.

Mencionó que el impacto psicológico en los trabajadores de la salud depende también del grado de seguridad que tengan frente a la contingencia, esto quiere decir que el trabajador que está en primera línea debe sentirse confiado y seguro de que está respaldado por su institución, con una serie de medidas que lo protegen.

Es el caso, aseguró, de todo el personal que se encuentra en los hospitales que atienden a pacientes Covid de la entidad y aseguró que los equipos de protección e insumos están siendo suministrados en tiempo y forma.

Las jornadas largas de trabajo, sumado a los trajes especiales de protección pueden causar incomodidad, molestias, sentimiento de encierro o sofocación; sobre ello, el especialista dijo que estos sentimientos se dieron al inicio de la pandemia, porque era algo totalmente nuevo para los trabajadores. Conforme avanzaron las tareas, las semanas y meses, los mecanismos de adaptación del ser humano permiten soportar el traje y toda la protección cuando se atiende a los pacientes, aunque no deja de ser  incómodo.