Leyendas urbanas, el “corazón” en Todo Santo

Aunque en los últimos años se incrementaron los productos que hacen referencia a Halloween, una celebración pagana que se originó fuera de México, las leyendas urbanas aún vinculadas a la celebración de Todo Santo y el Día de Muertos siguen “vivas” en Chiapas, dijo Roberto José Fuentes Canizales, integrante del Consejo de la Crónica en Tuxtla Gutiérrez.

Entrevistado sobre el tema, resaltó que estas tradiciones persisten en la población chiapaneca, tomando en cuenta que las raíces locales se remontan a las culturas madres, que tienen la situación del misticismo muy arraigada.

Históricamente, dijo, los mayas, zoques y en general, todas las culturas locales, tenían una vinculación directa con el cielo, el inframundo y hasta los muertos, es decir, se trata de un tema hereditario y que se remarca este 1 y 2 de noviembre.

El cronista refirió que Tuxtla Gutiérrez tiene un patrimonio intangible muy rico en cuanto que leyendas urbanas se refiere, particularmente las que están relacionadas con la “realidad mágica”, es decir, conocen de la existencia de estos fenómenos.

Terror

La Cueva de la Chepa, El Carretón de San Pascualito, La Dama de Blanco, La Mujer del Anillo son parte de las historias que se han arraigado en la ciudad.

Sobre El Carretón de San Pascualito, comentó el cronista, se trata de una leyenda que surgió después de la llegada del catolicismo y traía la réplica de San Pascual; sin embargo, la creencia muestra que cuando llegó la quema de santos, la osamenta de este personaje se escondió y, ahora, la “realidad mágica” indica que San Pascualito recoge las almas de las personas utilizando su carretón.

Los pobladores pueden observar cómo se desplaza el carretón por las calles, pero si el espanto nota la presencia de algún individuo (dice la historia), la llegada al inframundo es el siguiente paso.

En la opinión del cronista en la ciudad, existe un abismo muy grande entre los diferentes sectores sociales para adquirir aquellos libros que hacen referencia a los temas de terror; algunos escritos se utilizan como fuente de apoyo en las instituciones para recordar las leyendas chiapanecas.

Fuentes Canizales ha publicado más 60 títulos que se vinculan a los cuentos chiapanecos, leyendas de terror; El Sombrerón, una Historia Jamás Contada, son algunas obras de todo el repertorio. Sus publicaciones incluyen poemas de terror.

En su opinión, La Llorona es una de las leyendas que ha roto cualquier tipo de barrera, debido que se oye desde Europa hasta el continente americano; sin embargo, La Tisigua y El Sombrerón son dos historias que están muy arraigadas en Chiapas; la primera se relaciona con una silueta femenina que se mueve sobre los márgenes de los ríos: “te llama con la figura de una mujer que tú quieres, que tu deseas”, pero camina con los talones hacia adelante.

El Sombrerón, dice, es otro relato que forma parte del patrimonio intangible y que hace referencia a un hombre que fajea a los borrachos que se mueven en las calles, con la intención de que se alejen del alcohol; también espanta a los animales de los corrales.

Las historias en Chiapas, más allá de la colocación tradicional de los altares, también guardan miedos y misterios que son necesarios para que el ser humano mantenga activa la señal de alerta.

La Cocha enfrenada, desenfrenada y la que tiene lumbre, son otros tres espantos que también se comentan en algunas regiones del estado. Cuenta la memoria histórica que en La Pochota Encantada, rumbo a Chiapa de Corzo, viven duendes al interior; se trata de una leyenda de antaño, incluso que se contaba desde antes de la llegada de españoles.

“Entre los instintos de conservación del hombre, el miedo forma una parte importante; te hace sobrevivir porque evita que hagas muchas cosas y se va transformando para mantener activas sus funciones”, finalizó.