Los primeros procesos electorales en Chiapas

Las raíces de los primeros procesos electorales las debemos de buscar dentro de la historia en la época de la federación de Chiapas a México, es decir, a partir del 14 de septiembre de 1824. Durante tres siglos, de 1524 a 1824, los chiapanecos no contaron con derechos político-electorales, es decir, con derecho a votar y ser votados para los cargos de elección. Sus autoridades fueron nombradas directamente, primero por el Gobierno de la Nueva España; en seguida, por la Primera Audiencia de México; después, por el Gobierno de Guatemala y posteriormente por la Corona Española.

Haciendo un análisis histórico de los antiguos procesos electorales en Chiapas podríamos plantearnos las siguientes interrogantes: ¿Cómo le hicieron los partidos políticos para sobrevivir sin financiamiento oficial? ¿Quiénes financiaban las campañas político-electorales? ¿Cómo se promovían los candidatos si no había radio ni televisión? ¿Acaso se hacía en los periódicos de la época? Ni pensarlo estaban a favor de un candidato determinado o del gobernante en turno.

La primera ocasión en que los chiapanecos tuvieron la oportunidad de participar directamente en un proceso político-electoral fue en 1823-1824, cuando fueron tomados en cuenta para participar en el histórico plebiscito para decidir el destino de Chiapas. Los chiapanecos tuvieron tres opciones: 1) Votar para seguir formando parte de Guatemala; 2) votar por su federación a México; o 3) votar para declararse país libre e independiente. El voto de los niños, de las mujeres y de los indígenas fueron tomados en cuenta: 96,829 votos fueron a favor de México, 60,400 a favor de Guatemala y 15,724 personas se manifestaron indiferentes.

Después de la federación de Chiapas a México, se dio una lucha entre conservadores y liberales para definir el modelo de país que se quería. Los conservadores estaban representados por los latifundistas, alto clero, peninsulares y militares; mientras que los liberales estaban integrados por comerciantes, intelectuales, profesionistas, criollos y mestizos. Con el triunfo de los liberales se instauró el sistema de gobierno republicano en México.

Congreso

En 1825 los ciudadanos chiapanecos tuvieron por primera vez la oportunidad de participar en un proceso electoral para elegir a los diputados que integrarían la primera legislatura constitucional del H. Congreso del Estado. En este primer proceso electoral constitucional, limitado, excluyente y discriminatorio, participaron los chiapanecos con gran entusiasmo. En los “asuntos públicos” la democracia de aquel entonces no permitía la participación a los desempleados, a los sirvientes, a los analfabetos y a las mujeres.

Cabe hacer mención que en 1825 no hubo proceso electoral de por medio para elegir gobernador del estado, sino que fue el primer Congreso Constituyente de Chiapas el que nombró como primer gobernador a don Manuel José de Rojas, gobernador Interino Constitucional del Estado, 1825-1826. Los diputados federales y locales eran electos por medio de juntas primarias y secundarias, cuya base era la población: por cada mil habitantes, o fracción mayor de quinientos, se nombraba un elector primario; por cada doce mil habitantes, o fracción mayor de seis, se nombraba un elector secundario; y por cada quince mil habitantes, o fracción mayor de siete mil, se nombraba un diputado. Las elecciones de electores primarios se hacía el primer domingo del mes de agosto y el primer domingo de septiembre, los secundarios.

Elecciones

El primer domingo de octubre se celebraban las elecciones de diputados locales y federales, con sus respectivos suplentes, durando en su encargo dos años. Los gobernadores, vicegobernadores y magistrados del estado, así como los senadores, eran nombrados directamente por el H. Congreso del Estado.

Asimismo, el Congreso del Estado sufragaba por el presidente y vicepresidente de la República y magistrados de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Los prefectos y subprefectos, que gobernaban los Departamentos y Partidos, eran nombrados directamente por el gobernador del estado a propuesta en terna de la junta consultiva y de los prefectos, respectivamente. Los prefectos gobernaban los Departamentos y los subprefectos, los Partidos, tardando en su encargo cuatro años.

Los pueblos eran gobernados políticamente por ayuntamientos electos popularmente mediante electores, exigiéndose una población de mil habitantes.

El primer gobernador constitucional de Chiapas fue don José Diego Lara, 1826-1830, mismo que fue nombrado por el H. Congreso del Estado.

Cabe hacer mención que en los primeros procesos político-electorales de Chiapas la participación ciudadana era nula, antidemocrática, excluyente y discriminatoria. La política y la democracia eran asuntos de unos cuantos. Los derechos ciudadanos, del ciudadano común y corriente, eran limitados.

Entre los factores de exclusión figuraban los de origen (lugar de nacimiento), raza (los grupos étnicos no sabían leer ni escribir ni hablaban español), sexo (sólo los hombres podían votar), educativos (debían saber leer y escribir), económicos (debían contar con un capital para poder ocupar puestos de elección o tener un modo honesto de vivir) y sociales (los sirvientes domésticos, vagos “mal entretenidos”, mal vivientes, las personas con incapacidad física o moral, las personas que no tuvieran un oficio (profesión) y desempleados no podían participar).

Durante el siglo XIX, los cargos públicos por nombramiento y los de elección por juntas o parlamentaria, indirecta o popular, no eran tan ambicionados ni deseados como lo fue en el siglo XX y lo es en el XXI; así fuera el de gobernador, senador, diputado federal o estatal, prefecto político, subprefecto o alcalde.

Rechazaban cargos

He aquí un caso: A principios del siglo XIX, don Francisco Corzo, padre del ilustre liberal Ángel Albino Corzo, fue electo como alcalde de la villa de Chiapa, pero como no deseaba ocupar ningún puesto de elección popular, vendió su casa y su finca Nucatilí y fue a radicarse a la villa de San Marcos Tuxtla.

Tres años después de estar radicando en Tuxtla fue nombrado regidor del ayuntamiento tuxtleco (1826), inmediatamente vende su casa y se va a radicar nuevamente a la villa de Chiapa para no ser regidor, a pesar que el empleo municipal era carga concejil que nadie podía excusarse sin causa legal.

Posteriormente, a propuesta de la Junta Consultiva del Gobierno del Estado, fue nombrado prefecto del Departamento de Tuxtla, también renunció al cargo y se fue a radicar temporalmente a San Cristóbal Las Casas mientras nombraban al nuevo prefecto. A su regreso fue nombrado alcalde de la villa de Chiapa, y esta vez ya no pudo negarse.

Otros ejemplos: El primero de marzo de 1825, el gobernador Manuel José de Rojas nombra como tesorero general del Estado a don Martín Esponda; sin embargo, don Martín no acepta el cargo, por lo que el gobernador expide un nuevo nombramiento a favor del Lic. Mariano Troncoso.

El 23 de octubre de 1825 el diputado constituyente Pedro Argüello pretextando enfermedad y avanzada edad renuncia a su cargo, por lo que tomó posesión su suplente don Manuel Esponda. El primero de septiembre de 1826 el Congreso del Estado nombra como senador de Chiapas a don José Mariano Coello, pero el 19 de febrero del año siguiente renuncia al cargo, tomando su lugar don José Javier de Bustamante; sin embargo, el día primero de septiembre de 1827 fue nombrado magistrado del Tribunal Superior de Justicia del Estado. El 15 de septiembre de 1832 toma posesión como gobernador del Estado don Joaquín Miguel Gutiérrez y ese mismo día renuncia por no estar de acuerdo con el gobierno centralista del Gral. Anastasio Bustamante.

Repetían los cargos

Es por ello que no nos causa extrañeza que muchos políticos repitieran en el cargo, porque no a todos les gustaba la política. Por ejemplo: don Mariano Bárcena fue siete veces senador por el estado de Chiapas, don Mariano Martínez de Castro seis, don Teófilo Orantes y don José Castellot cinco. En cuanto a los diputados, don Román Pino fue 10 veces diputado federal, Víctor Manuel Castillo nueve, Federico Méndez, Jesús Oliver y Enrique Torres Torrija seis, Martín Morales y Manuel Ortega Reyes cuatro veces.

En esta época los campesinos y los indígenas fueron presas fáciles de los caza votos para que no hubiera un cambio en aquel estado de cosas. ¿Y por qué habrían de cambiar las cosas si así estaban bien? Bien para los políticos que tenían su problema económico resuelto.

Voto de mujeres

Sin embargo, Chiapas es pionero en concederle a la mujer el derecho de votar y ser votada para los cargos de elección popular en 1925, derecho que pudieron disfrutar las mexicanas hasta 1953. La primera mujer diputada fue Florinda Lazos León (1926-1928).

En conclusión: a) los gobernadores, vicegobernadores magistrados y senadores del Estado eran nombrados mediante elección parlamentaria, es decir, por la legislatura en funciones del H. Congreso del Estado; b) los diputados locales y federales eran nombrados indirectamente por medio de juntas primarias y secundarias; c) los prefectos y subprefectos eran nombrados por el gobernador del estado; d) los alcaldes, síndicos y regidores municipales eran electos popularmente; e) el presidente de la República, vicepresidente y magistrados federales eran electos por votación del Congreso del Estado.

Antes y después del triunfo de la Revolución Mexicana, en Chiapas surgieron muchos partidos políticos, agrupaciones, círculos, etc., que participaron activamente en política. Entre ellos figuran: El Club Liberal Juan Álvarez (1909), El Centro Directivo de la Libertad del Sufragio en Chiapas (1911), Club Democrático de Comitán (1911), Club Liberal Chiapaneco (1911), Club Liberal Joaquín Miguel Gutiérrez (1911), Partido Liberal de Chiapas (1912), Unión Liberal Pichucalquense (1912), Partido Católico de Chiapas (1912), Partido Chiapaneco Popular Progresista (1912), Partido Democrático de Comitán (1912), Partido Socialista Mariscalense, Club Civilista Chiapaneco (1920), Partido Nacional Revolucionario (1929, abuelo del Partido Revolucionario Institucional), Partido Acción Nacional (1939), etcétera.

Las principales demandas de los partidos políticos eran de corte político, agrario, obrero, social, etc.

A partir del surgimiento de un partido político institucional en México, del Partido Nacional Revolucionario (1929), es decir, de un partido político de Estado, surgió una larga y prolongada cadena de elecciones de Estado, de robos o rellenados de urnas, acarreos de electores, violaciones a las leyes electorales, compra de votos, redistribución de los distritos electorales para pulverizar el voto de candidatos populares, descalificación de los candidatos a través de la prensa, la radio o la televisión, inequidad de tiempos en radio y televisión entre los partidos políticos.

Asimismo el voto corporativo, falta de voluntad política del Estado para democratizar las jornadas electorales, competencia desleal por la falta de oficio político de los candidatos espontáneos o por los noveles dirigentes de los nuevos partidos políticos, órganos electorales amañados, financiamiento gubernamental de las campañas de los candidatos oficiales, rasurado selectivo del padrón electoral, manipulación de los resultados electorales, etcétera, hasta llegar al asesinato de un candidato presidencial del partido político en el poder.

La lucha de los partidos políticos fue, en un principio, por la democracia, la libertad, la independencia, la soberanía, la justicia, la fraternidad. Y cada vez más pluripartidista y pluriideológica. Muy pocos partidos políticos contaban con documentos básicos, es decir, de declaración de principios (plataforma ideológica y política), programa de acción y estatutos.