Más de 100 años elaborando Jocoatol en Santa Rita

Pobladores de la localidad Santa Rita, municipio de La Trinitaria, mantienen viva una tradición ancestral con más de 100 años de antigüedad y que celebran cada 18 de mayo. Elaboran el delicioso atol agrio Jocoatol, que este año elaboraron 60 ollas de esta exquisita bebida que fueron repartidas entre los pobladores, visitantes de la región y del estado.

Realizan esta feria del Jocoatol como un agradecimiento por parte de 36 parejas de alférez, quienes por un año se dedican al cuidado y arreglo con flores de la iglesia católica de esta localidad, en donde veneran a Santa Rita de Casia.

Festividades

Desde el 13 de mayo inician las actividades en su honor, con una entrada de velas y flores; posteriormente ponen en remojo maíz con agua por al menos dos días para que tome el sabor agrio, para que el día 17 retiren el maíz del agua, lo muelen y cuelan.

La masa fina es la que dejan en ollas de barro con capacidad para 50 litros aproximadamente, para que en la madrugada del día 18, entre 2 y 3 de la mañana empiezan a realizar las fogatas para cocer el atol, el cual solo se le va agregando agua y azúcar, ‘meneándolo’ con una vara de carrizo.

El ‘meneo’

El ‘secreto’ está en el meneo, que debe de hacerse en una sola dirección y constante, de lo contrario ‘se corta’. Por eso, para la elaboración de una olla participan al menos cinco a seis personas: mientras uno menea, otro aviva el fuego, otro agrega agua hervida, azúcar y otros más relevan en el meneo. Lo cual vuelve está elaboración en una feria que reúne a más de 200 personas, entre mujeres y hombres de diferentes edades, así como menores de edad que van aprendiendo la elaboración. Hay música y mucha alegría.

El cocimiento y meneo del atol dependerá del tamaño de la olla de barro, aunque en la actualidad, poco, pero se utilizan ollas de aluminio, por lo que oscila de entre cuatro a seis horas, hasta que se espese y cueste más la ‘meneada’.

Cuando van saliendo las primeras ollas de Jocoatol, los hombres lanzan cohetes (pirotecnia) para avisar a la población y después invitan mediante un altoparlante para que los pobladores lleguen con sus recipientes y lleven atol a sus casas; pobladores de localidades aledañas también llegan, pues saben que a partir de las seis de la mañana ya está listo el atolito.

Varias ollas se reservan para repartir en una fiesta que realizan por la noche, en donde llegan visitantes de otras comunidades y de otras partes del estado que conocen esta tradición. Las festividades concluyen el 23 de mayo.

100 años de tradición

Las personas manifiestan que llevan más de 100 años elaborando el Jocoatol. Narran que sus abuelos que fundaron el ejido, les contaban que también sus abuelos les platicaban que esta festividad inició cuando la localidad era parte de una finca.

El hacendado era fiel ferviente de Santa Rita de Casia, y trajo desde Guatemala la imagen que aún conservan, ayudado con bestias de carga y que llegó a la finca un 18 de mayo (año sin definir). Tras la reforma agraria se creó el centro de población y la mayoría aceptó que el ejido se llamara Santa Rita, y desde entonces avivan esta tradición y actualmente lo hacen como agradecimiento a Dios y a Santa Rita de Casia, por un año más.

Cada año son nombrados a fines del mes de febrero a las nuevas parejas de alférez; iniciaron con seis y ahora ya son 36 parejas, que son las encargadas de cuidar el templo, limpiarlo y arreglarlo con flores, además de representar a la comunidad en las festividades de las localidades aledañas.