De acuerdo con Kelly T. Clements, alta comisionada adjunta de las Naciones Unidas para los Refugiados, un promedio de un millón de personas han sido desplazadas de sus países de orígenes en Centroamérica, por lo que se vuelve fundamental que existan políticas públicas que permitan dar asilo a los migrantes para mejorar su calidad de vida.
Después de que realizó una visita de trabajo tanto en México como en Guatemala y Honduras, confirmó que un porcentaje considerable de estas personas -que están en constante movilidad- se desplazan por las presiones que generan las pandillas y por la persecución que viven en los lugares donde radicaban. De hecho, en su gira también observó cómo las familias migran hacia otros destinos para buscar protección y comenzar de nuevo sus vidas.
En ese sentido, refirió que platicó con personas que “huyen para salvar sus vidas, escapando de la violencia, la extorsión, el reclutamiento y la violación por parte de las pandillas y otros grupos criminales”.
De acuerdo con la alta comisionada, Belice, El Salvador, Guatemala, Costa Rica, México y Panamá se convirtieron en países de origen, tránsito y asilo para el tema migratorio, por eso es que se establecieron acciones coordinadas en el Marco Integral Regional para la Protección y Soluciones (MIRPS); el propósito de la iniciativa es buscar alternativas para el desplazamiento que están viviendo los migrantes en todo el corredor de Centroamérica.
Explicó que tuvo comunicación con familias que huyeron de sus países, a fin de no ser víctimas de la violencia, extorsión y reclutamiento por las organizaciones criminales.
Durante su misión de trabajo, Clements se reunió con funcionarios gubernamentales, sectores empresariales y también integrantes de la sociedad civil, con el propósito de establecer acuerdos que permitan atender el tema de los desplazamientos.
Para atender este problema social, refirió la necesidad de “un mayor apoyo financiero y técnico a los gobiernos y organizaciones que trabajan juntos para proporcionar ayuda humanitaria y protección a las personas que se desplazan en Centroamérica y México”.
Finalmente, refirió que México, y menor porcentaje Guatemala, son países que tienen en su administración un número importante de solicitudes tanto de asilo como de refugio, por eso es que la Acnur ha trabajado de la mano con las instituciones de dichos lugares.