No hay riesgo de sequías por “El Niño”

Para el caso de Chiapas, el fenómeno meteorológico de “El Niño” no intensificará las sequías, sin embargo, podría aplazar las lluvias más importantes al verano tardío, explicó el investigador del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), Marcelino García Benitez.

De acuerdo al Servicio Meteorológico Nacional (SNM), la probabilidad de que “El Niño” se establezca en los siguientes dos meses es mayor al 80 % y su persistencia en el invierno 2023 al 2024 en el hemisferio norte es mayor al 90 %.

El investigador consideró que la Oscilación del Sur, o “El Niño”, tiene la ventaja de encontrarse en una situación de neutralidad, y por la situación geográfica de Chiapas, se espera que “tengamos calor y altas temperaturas en los primeros meses de la primavera hasta el verano tardío, más o menos a finales de septiembre y octubre; con la llegada de los frentes fríos se retoma un sistema de circulación regional y temporal en esta región”.

Esto, dijo, “puede originar que tengamos mayor humedad y se generen lluvias más intensas en los últimos trimestres del año”; si bien las precipitaciones se trasladarán hacia el otoño e invierno, “no vamos a tener condición de sequía en estos meses”, pues el estado tiene la ventaja de verse afectado por otros fenómenos meteorológicos.

Expuso que en algunos momentos, cuando “El Niño” no es tan intenso, tiende a existir una circulación de humedad en la parte oceánica y continental, “propicias para que generen precipitaciones”, además que “hay disponibilidad de agua, tal vez no superficial, pero sí subterránea”.

El integrante del Instituto de Investigación en Gestión de Riesgos y Cambio Climático, explicó que acabamos de salir de “La Niña”, fenómeno que caso contrario, genera una importante circulación de los vientos y mayores precipitaciones en los índices de torrenciales a extremos, presentes en periodos cortos de tiempo.

“Es entonces cuando los cuerpos de agua y sistemas de ríos captan y almacenan todo ese volumen; en el caso de Chiapas, se traslada por todo el sistema hidrológico de la región y en las cuencas que alimentan el agua que usamos para diferentes fines, como la agricultura, generación eléctrica o disposición como ciudadanos urbanos”.

Por qué lo nombraron “El Niño”

El doctor explicó que el nombrar a estos fenómenos tiene una raíz cultural, relacionado a los cambios que se generan en el invierno, “sucede que en el invierno viene la Navidad y El Niño tiene que ver con el niño Dios, cuando vieron que aumentó su captura los pescadores relacionaron estos cambios de temperatura con la abundancia”.

Si lo resumimos mucho, podríamos decir que “El Niño” es la fase cálida de un evento climatológico y “La Niña”, su fase fría.