Pequeños comercios luchan por sobrevivir

Una familia tsotsil, originaria del municipio de Teopisca, se aventuró a instalar una cocina económica en la capital chiapaneca, sin embargo, han tenido que luchar contra la crisis generada por la pandemia y los altos costos de las rentas, entre otras cosas.

Son cuatro integrantes, encabezados por Roselia Hernández, de 29 años de edad, quienes estuvieron trabajando como cocineros en la Ciudad de México por diez años.

Con el paso del tiempo, y cansados de una vida muy acelerada, decidieron regresar a Chiapas para emprender un negocio con el sazón “chilango”.

Este negocio denominado Cocina con amor, localizado en el corazón de Tuxtla Gutiérrez, ha sido el sostén de esta familia que busca salir adelante en su propia tierra.

Roselia, quien es madre soltera, informó que son cuatro personas las que trabajan en la cocina, pero es su primo Martín el que tiene el buen sazón y prepara los alimentos.

Su prima Maricela fue la que tuvo la iniciativa de crear la cocina económica, para vivir un poco más tranquila en su tierra.

Cuentan con la ayuda de María, otra integrante de la familia. Al comienzo todo fue complicado.

“No sabíamos cómo empezar; fue gracias al apoyo de algunas personas que nos asesoraron para comprar las cosas y lo que se requiere para el negocio, fue así que encontramos el local en la 3ª Poniente, entre 1ª y 2ª Norte, número 229”, explicó.

Lo más complicado ha sido la renta del local en el último año, que es de cuatro mil pesos, además de que pagan la misma cantidad en la casa donde viven.

Por su parte, Martín dio a conocer que estuvo trabajando diez años en la Ciudad de México, desde los 16 años que comenzó con la preparación de mariscos.

“Nos decidimos a regresar a nuestro estado. Sabemos cocinar todo lo relacionado con mariscos y otras cosas. Todo lo que aprendí lo traje para Tuxtla, pero no contábamos con que se iba a complicar por la pandemia”, expresó.

La familia, dedicada a la cocina, comentó que han tenido que sortear una serie de complicaciones, sin embargo, tienen todo el ánimo de salir adelante.

“Cocina con amor es un pequeño negocio familiar para salir adelante. Hacemos lo que mejor sabemos hacer, por eso le pusimos ese nombre, hemos sido cocineros toda la vida y acá seguiremos trabajando para salir adelante como lo hemos hecho hasta ahora”, destacó Roselia.