Guillermo Acero Bustamante, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) en Chiapas, comentó que las medidas implementadas durante los festejos de las fiestas patrias como la Ley Seca y el cerco en el centro de Tuxtla Gutiérrez, representaron un duro golpe al sector debido a la tendencia positiva que habían registrado desde el cambio en el semáforo epidemiológico a color amarillo.
Expresó que esta medida fue llevada a cabo de manera unilateral, sin pensar en las afectaciones que ocasionaría a los restauranteros, además de ser un duro golpe en el tema anímico, ya que justo comenzaba un repunte importante.
Acero Bustamante dio a conocer que el 20 por ciento de los comercios no abrieron sus puertas durante las festividades del 15 y 16 de septiembre, y el resto no tuvo un aforo importante.
“Desde el cambio en el semáforo se había registrado una afluencia hasta del 50, 60 y 70 por ciento en los establecimientos, sin embargo, debido a la Ley Seca bajó hasta un 45 por ciento en esta fecha importante para nosotros”, comentó.
El repunte que se había dado fue de suma importancia para que los comercios que estaban a punto de cerrar mantuvieran sus puertas abiertas, “por ello, consideramos que la Ley Seca fue arbitraria en todo el estado”.
Informó que recientemente sostuvieron una reunión con autoridades estatales para solicitar que exista una toma de decisiones de manera conjunta y consultada, para saber qué tanto puede afectar una decisión de esta naturaleza.
“Desgraciadamente, aunque hicimos esfuerzos para que llegara la población a los restaurantes no fue así, la tendencia positiva que traíamos se perdió, ya que en esa fecha festiva sí era importante el tema de las bebidas”, precisó.
En la capital, además del 20 por ciento que no aperturó, la afluencia bajó demasiado, “en estos momentos lo que se esperaba, era el apoyo de las autoridades para que se recupere el sector restaurantero, por ello hemos expresado este tema ante las autoridades”.
Por último, enfatizó que las autoridades sanitarias han dado cuenta de que los restaurantes afiliados a la Canirac son espacios seguros que cumplen los protocolos de seguridad, por ello este tipo de medidas no tiene sentido, más bien deben ser consensadas.