Guadalupe Rubisel Gómez Nigenda, patrono actual de los Parachicos, informó que instituciones y políticos han utilizado a la tradición a su conveniencia, por lo que trabajan en instrumentos legales y jurídicos que establezcan normas sobre lo que se debe hacer o no dentro de la tradición.

Durante la fiesta, se estima que hayan bailado un aproximado de entre siete a ocho mil Parachicos, lo que resulta una aumento considerado de los que participaban años atrás. Además, mencionó de una aceptación cada vez más amplia de la Feria Grande de Chiapa de Corzo.

Gómez Nigenda comentó que cada año las administraciones de la presidencia municipal de Chiapa de Corzo o el Gobierno del Estado y el Consejo de la Fiesta hacen diferentes diseños de la Feria; pero los chiapacorseños logran entender que en la fiesta se espera todo un año para bailar como si fuera la última de su vida.

Ante esto, el patrón comentó que el pasado 5 y 6 de diciembre se hizo un coloquio que recuperó voces desde diferentes vertientes involucradas en la tradición, grupo que en próximos días se volverá una asociación civil bajo el nombre de “Colectivo en defensa del patrimonio cultural de Chiapa de Corzo”.

“Analizaremos todo lo que implica, las practicas durante todo el año, el objetivo será proteger y que tengamos que pensar que se hace y que no. Viene mucha gente de afuera, instituciones y políticos quienes utilizan la tradición a su conveniencia y distorsionan la parte medular de la danza, como portadores de la manifestación nosotros la defenderemos a capa y espada”, dijo.

Mencionó que se necesita hacer un registro para poner los límites de la manifestación cultural propias del pueblo.

“No podemos pelear con la gente de afuera. Pelearemos lo que por derecho nos corresponde, una tradición de más de 3 siglos”, añadió.

La fiesta de Chiapa de Corzo tiene sus orígenes prehispánicos, pero el sincretismo religioso comienza en el siglo XVII con la llegada de la imagen de San Sebastián a la entonces Villa Real de Chiapa y la edificación del Templo de San Sebastián, que data del siglo XVII, cuya existencia denota la importancia económica y demográfica de la ciudad en la época colonial.

Por esto, este tradicional festejo fue inscrito desde el 2010 en la lista representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, Ciencia y Cultura (UNESCO).

Por último, el patrón recordó que en el Senado de la República se tiene un plan en defensa del patrimonio a raíz de la declaración, sin embargo, aún existen leyes secundarias pendientes por aprobar.