A propósito del asesinato del exalcalde de Chamula, Domingo López Ruiz, el pastor Esdras Alonso González, dirigente de la Iglesia Evangélica “Alas de Águila”, dijo que durante su periodo se agravó el problema de las expulsiones de indígenas de ese municipio de los Altos de Chiapas, los cuales se habían convertido al protestantismo. 

En entrevista, recordó que en un lapso de un año, López Ruiz acumuló 57 averiguaciones previas en su contra por delitos relacionados con las expulsiones (privación ilegal de la libertad, despojo, daños y otros) “y ninguna fue consignada por los agentes del Ministerio Público, por orden del Gobierno Estatal”. 

Según diversas estimaciones, más de 30 mil habitantes de Chamula fueron expulsados desde la década de los años 60 del siglo pasado, por caciques priistas tradicionalistas, bajo la acusación de que se habían convertido en evangélicos o eran afines a la Diócesis de San Cristóbal, entonces encabezada por el obispo Samuel Ruiz García. 

Alonso González añadió que inclusive “mandaron a volar” una recomendación de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH). “Fue una historia de impunidad”. 

Manifestó que el 5 de julio de 1994, a seis meses del alzamiento armado zapatista, López Ruiz fue secuestrado por un grupo evangélico armado, en el contexto del plantón que desde medio año antes mantenían 587 protestantes chamulas en las instalaciones de la entonces Dirección de Asuntos Indígenas, con sede en esta ciudad. Fue liberado después de dos días. 

En una entrevista publicada en 2006, Pérez Jolote, cuya renuncia dio paso al nombramiento de Domingo López Ruiz, recordó que después del secuestro, regresó a gobernar el municipio, pero “ya no era el mismo, estaba triste y debilitado”. 

Esdras Alonso comentó que “después del secuestro de López Ruiz se dio el retorno de indígenas evangélicos a Chamula. Fue el punto que marcó la historia porque ese retorno masivo de los 587 hermanos cambió todo, y no se pudo haber hecho sin el secuestro del presidente. Eso marcó el fin de las expulsiones, y las confrontaciones, inclusive a balazos, disminuyeron”.

Aseguró que “ahora Chamula es un municipio muy plural, se ha avanzado mucho; hay más de 250 templos; en la mayoría de parajes hay presencia evangélica, pero costó mucha sangre, dolor y violencia; hubo mucha impunidad del Estado”. 

Cuando recién tomó posesión López Ruiz, dijo a sus paisanos: “Si no quieren que (los chamulas) aprendan la religión evangélica mejor amarren bien su calzón para sacar a todos los protestantes”, y a partir de entonces aumentaron las expulsiones y agresiones contra quienes no eran católicos tradicionalistas. 

Por ello, desde hace varios años, la figura de Domingo López Ruiz fue personificada en la película titulada “Chamula, tierra de sangre”, como el presidente beligerante que fue.