Con elementos federales, estatales y municipales son resguardadas las oficinas de Regularización de Estancia del Instituto Nacional de Migración (Inami) en Tapachula, para evitar problemas con cientos de extranjeros que buscan que se agilicen sus trámites para permanecer en México.
Después de hechos de violencia registrados el fin de semana pasado, fueron instaladas vallas de protección para evitar que estos lleguen hasta el portón principal y se les permita el ingreso solamente llevando citas y documentos.
Los migrantes centroamericanos pidieron incluso que se hagan diferentes mesas de atención y diferenciar las nacionalidades de las que proceden y de esa manera agilizar sus trámites de regularización, toda vez que tienen meses de permanecer varados sin respuestas de las autoridades y ello es desesperante.
Oficiales del Inami les explican los procedimientos a seguir, pero son relativamente pocos los extranjeros a los que les permiten el ingreso a las instalaciones después de permanecer durante horas en espera, algunos con citas que ya se cumplieron.
Elementos de la Gendarmería, de la Marina-Armada de México y policías federales, estatales y municipales se han sumado a las labores de vigilancia para evitar que se registren actos de violencia como los que ocurrieron la semana pasada, cuando un grupo de haitianos se amotinó.
“Se les atenderá a todos, pero tengan calma y paciencia”, les dicen elementos federales, aunque cuando llegan los oficiales migratorios no les hacen caso.
En esa zona se ubican las instalaciones de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal y ante ello, la presencia policiaca es mayor y para permitir el paso de las patrullas tienen que abrir las vallas metálicas que fueron instaladas al menos cien metros antes del portón principal de las oficinas migratorias.
Entre los grupos de migrantes hay hombres, mujeres y niños, familias completas que demandan agilización de sus trámites, incluso para poder trabajar en territorio mexicano.