Una vez que culminen las tres semanas máximas de contagio por Covid-19 en Chiapas, los empresarios adheridos a la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) estarán en la disponibilidad de reorganizarse para iniciar la nueva normalidad: la propuesta es que se haga con el 50 por ciento del aforo habitual en cada inmueble para encontrar el punto de equilibrio, puntualizó Guillermo Acero Bustamante, presidente en el estado del organismo empresarial.
Entrevistado sobre el tema, manifestó que la propuesta se hizo a la Secretaría de Turismo del Gobierno Federal y las medidas fueron bien aceptadas, por lo que será en esta semana cuando queden definidas de forma oficial.
Los restauranteros plantearon la colocación de tapetes sanitizantes, una separación de 1.5 metros entre las mesas, colocación de gel antibacterial y el uso de cubrebocas para el personal y la utilización de caretas o equipos de protección.
Con estas medidas, después de que se anuncie que los contagios van a la baja, dijo, se permitiría la venta de productos al interior de los locales y, si todo sale como lo han planeado, en el mes de julio estarían en condiciones de poder recibir a los comensales.
Las acciones de protección que han planteado los empresarios se prolongarán, por lo menos, todo lo que resta del 2020 hasta que exista de forma oficial una vacuna para el virus; después de que eso ocurra, habría forma de flexibilizar las medidas sanitarias y de que los restaurantes operen a su máxima capacidad.
Los empresarios, aclaró, no tienen visualizado ningún aumento a la carta en los siguientes meses (aunque vendrán gastos de inversión), lo primero que desean es que haya recuperación económica.
Para cuidar la salud de la población, los adheridos a la Canirac también pondrán en marcha el código QR para el menú y para que la orden ya no se tome con algo físico o de mano en mano, pues esta medida también reducirá más las posibilidades de contagio.
A más de 90 días de la pandemia, dijo, la última encuesta que realizaron reveló que 980 unidades económicas (restaurantes) no van a volver a abrir, eso refleja que cientos de empleos en el estado de Chiapas se perdieran; ahora quienes estén en condiciones de reiniciar tendrán que diseñar nuevas estrategias de ventas.
Debido a que un porcentaje del personal fue enviado a casa, desde la Canirac intensificaron la entrega de despensas para aminorar el impacto negativo en las familias; gracias a las gestiones hechas, recibieron apoyo de una institución y un particular.
En la primera etapa se repartieron más de mil despensas entre todo el personal y fue de gran ayuda para ellos; las otras tres mil se repartirán en los siguientes días para los trabajadores en todo el estado. La comunicación con los afiliados ha sido permanente, para que sepan en qué momento arrancar.
Desde antes que iniciara la pandemia, Chiapas registraba números negativos en el aspecto económico, pues desde el 2018 las actividades secundarias no han mostrado un porcentaje positivo y las primarias y terciarias no han sido constantes con buenos números. El decrecimiento ha sido constante.