El indígena tzotzil, Pedro Lunes Pérez, de 24 años de edad, asesinado el sábado en Aldama, fue sepultado en el panteón ubicado en la cabecera municipal, informó el alcalde Adolfo López Gómez.
Añadió que mientras el joven (que no tenía hijos) era enterrado durante la mañana de este domingo, se escuchaban disparos de armas de fuego de integrantes del “grupo paramilitar” de Santa Martha, Chenalhó, como ha ocurrido diariamente desde hace varios días.
Comentó que por seguridad para los asistentes, Lunes Pérez fue velado en una casa situada en la cabecera municipal y no en su domicilio particular ubicado en la comunidad de Cokó, donde fue asesinado a balazos.
“En la comunidad de donde era originario el difunto han seguido las agresiones durante la noche y hasta esta hora del día (13:00 horas)”, manifestó el alcalde.
“A esta hora de la tarde del 9 de mayo, un día después de que asesinaron a nuestro hermano Pedro, de la comunidad de Cokó, los grupos armados de corte paramilitar del sector Santa Martha siguen agrediendo y disparando directamente a las casas de comunidades de Aldama que se encuentran en la línea colindante, desde varios parapetos como Tok’oy, Valetik y Chuchte”.
Remarcó: “Esperemos que no hayan más heridos o vidas que lamentar como ayer”.
López Gómez señaló que este domingo no había presencia de policías en Aldama.
En tanto, el Centro de Derechos Humanos “Fray Bartolomé de Las Casas” (Frayba) manifestó su “alta preocupación por los hechos” ocurridos en Aldama, porque “una vez más el pueblo tzotzil está de luto”.
Consideró que “es de alta gravedad que el Estado mexicano aún no esté implementando las medidas cautelares” otorgadas en días pasados por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), “a fin de evitar los ataques armados”.
En una “acción atenta”, exigió al Estado mexicano que “de manera urgente adopte las medidas cautelares otorgadas por la CIDH a favor de la población” de Aldama, y que realice “una investigación exhaustiva para dar con los responsables de los ataques armados de los grupos paramilitares que actúan bajo el cobijo de la impunidad, aterran, torturan y desplazan a la población”.
Sostuvo que “con su no intervención efectiva, el gobierno mexicano le apuesta al exterminio de los pueblos”.
La agrupación llamada Pueblos del Concejo Indígena y Popular de Guerrero-Emiliano Zapata, expresó, por su parte, que el asesinato de Lunes Pérez “causa dolor y rabia, puesto que nos han arrebatado a un compañero muy valioso que defendió a su pueblo”.
En un comunicado difundido por el Frayba, condenó “enérgicamente la brutal violencia, asesinato, desplazamiento forzado y persecución que se ejerce hacia las comunidades en resistencia y en particular a la del compañero Pedro Lunes”.
Exigió “el cese al fuego violento de los grupos paramilitares que gozan de impunidad, protegidos por el Estado mexicano, así como justicia y castigo a los culpables del asesinato del compañero”.