Ubican peligros hacia mujeres en transporte

Ligalab Ideas que Unen A. C. y la Secretaría para la Igualdad de las Mujeres de Tuxtla Gutiérrez realizaron un “Diagnóstico para la Identificación de la Violencia de Género en el Transporte Público” de la capital chiapaneca, en el que se ubicaron zonas y factores de riesgo hacia las usuarias.

Ambas organizaciones mencionaron que el diagnóstico sirve para identificar los lugares de incidencia, las condiciones en las que se presenta y las necesidades que tienen las mujeres en los espacios de tránsito público: transporte y espacio público. Por ello utilizaron datos como la percepción de seguridad, formas de reacción y acción, así como la experiencia conforme a la denuncia o no denuncia para poder construir una metodología desde una perspectiva intercultural y de género.

Con información proporcionada por la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSyPC) se definió un semáforo de color de las colonias de la ciudad con mayor incidencia. Las colonias del estudio (Las Granjas, Terán y Real del Bosque) fueron señaladas por la titular de la Secretaría para la Igualdad de las Mujeres, Gely Pacheco Montero, como áreas prioritarias para la implementación del diagnóstico.

En la segunda etapa se analizó la afluencia diaria de pasajeros presentada en el Plan Integral de Movilidad Urbana Sustentable de la Zona Metropolitana de Tuxtla Gutiérrez (Pimus), en las rutas que atraviesan las colonias de estudio.

Según los datos del Pimus, se sabe que en la colonia Las Granjas existen 10 rutas de transporte público colectivo, la demanda total diaria es de 30 mil 333 pasajeros y la demanda diaria de viajes partiendo desde la colonia es de 15 mil 77. Para la colonia Terán existen 17 rutas de transporte público colectivo, la demanda total diaria es de 27 mil 255 pasajeros y la demanda diaria de viajes partiendo desde la colonia es de 13 mil 200. Para la colonia Real del Bosque existen dos rutas de transporte público colectivo, la demanda total diaria es de 12 mil 934 pasajeros y la demanda diaria de viajes partiendo desde la colonia es de seis mil 898.

Resultados

Uno de los datos que vale la pena resaltar por parte de una entrevistada en Real del Bosque, es que el lugar de mayor afluencia de las usuarias del transporte público es la base, ante lo cual ellas deben trasladarse a pie o mototaxi hasta la base de las combis para poder tomarla, ya que en otro punto de la ruta resulta imposible abordar el transporte colectivo pues para esa altura suelen estar a su máxima capacidad.

En Terán la percepción de seguridad es alta, esto debido a que una entrevistada que ha vivido ahí toda su vida reconoció ciertas zonas peligrosas, pero aun así encuentra un ambiente familiar. A su vez, una entrevistada de Las Granjas mencionó que debido a la contingencia sanitaria el traslado con niños, que realizaba diariamente, disminuyó en gran medida.

Prácticamente cuatro de cada 10 entrevistadas (39.33 %) utilizan el transporte público por lo menos tres días a la semana, y la mitad (50.33 %) lo utiliza todos los días. De tal forma que casi el 90 % de las mujeres en algún día laboral son usuarias muy frecuentes del transporte público.

El diagnóstico reveló que independientemente de la edad, más de la mitad de todas las mujeres usuarias se sienten inseguras usando el transporte público de la ciudad de Tuxtla Gutiérrez.

Cuando se aborda el resto de los espacios públicos como calles, plazas, parques, etc., la sensación de inseguridad es aún mayor; en los espacios públicos las mujeres en edad de 45 años en adelante son quienes se perciben como más inseguras, con casi un 20 % por encima de sus otros grupos.

El estudio manifestó que es importante resaltar la persistencia de la brecha generacional, esto en cuanto al miedo a ser víctima de un ataque sexual, y que radica más en el grupo de mujeres mayores de 45 años, pero sin dejar de pensar que en todos los grupos de edad es muy elevado el porcentaje de mujeres con miedo a ser agredidas sexualmente.

Entre los actos violentos más recurrentes están: miradas morbosas hacia el cuerpo, piropos obscenos u ofensivos de carácter sexual, recargarse en el cuerpo con intenciones de carácter sexual, palabras ofensivas o despectivas respecto al cuerpo, hacer sentir miedo de sufrir un ataque o abuso sexual, tocar o manosear el cuerpo sin consentimiento y dar una nalgada.

Otros actos registrados son: mostrar los genitales, susurrar cosas al oído, que hombres se toquen los genitales o se masturben en frente, perseguir con intención de atacar sexualmente, hacer propuestas sexuales indeseadas, tomar fotos al cuerpo sin consentimiento, eyacular enfrente y obligar o forzar a tener relaciones sexuales.