La desesperación por un boleto para la final del mundial entre Argentina y Francia provocó que alrededor de 350 argentinos realizaran largas filas en el DECC, el centro principal de venta de entradas, y con ello evitar pagar hasta 3 mil 500 dólares (70 mil pesos, aproximadamente) en la reventa.
Desde las 9:00 y hasta las 15:00 horas en Doha, varios aficionados han estado formados a la espera del milagro, para asistir al partido en el estadio Lusail.
A las 13:30 horas locales, personal del Doha Exhibition and Convention Center salió a explicar que no tenían boletos, lo que provocó la molestia de los aficionados, que acudieron a este sitio para así presionar al Comité Organizador y de paso a la FIFA para poder ver la posible coronación de la Albiceleste y de Lionel Messi. “Hijos de pu…”, lanzaron los más desesperados.
Sí, es una medida desesperada, pero provocada en gran medida por la locura de precios en reventa. Hay incluso fans que acusan que las entradas cuestan hasta 100 mil pesos, para la final en Qatar 2022.
“Fuimos al hotel donde supuestamente están los dirigentes alojados para pedir nuestras entradas, que no queremos que nos las regalen, pero sí a precio justo, a precio FIFA porque hay mucha gente revendiendo. Hoy en la mañana decidimos regresar al hotel; ninguna respuesta tampoco. Decidimos venir acá (DECC), tampoco hay respuesta. No pagar locuras de 5 mil dólares cuando la entrada está en 600 euros”, dijo Rodrigo Minardi.
A unos metros, alrededor de 10 revendedores hacían de las suyas, aprovechando la desesperación. Más allá de que algunos aficionados se pusieron nerviosos y alzaron la voz, no se han presentado mayores incidentes hasta el momento.