Contento de hacer historia en Chiapas

Con el cinturón de campeón superwélter de la Federación Mundial de Boxeo (WBF, por sus siglas en inglés) en su poder, el tuxtleco César “Jaguar” Márquez reconoce que no fue fácil llegar hasta donde hoy está, pero para él ha valido la pena, pues alcanzó una de sus metas como pugilista profesional.

El sábado 24 de julio, el Centro Deportivo Roma de Tuxtla Gutiérrez fue testigo de la gran contienda brindada por el “Jaguar”, quien en nueve “rounds” logró dejar fuera de circulación a Ricardo “Diamante” Cortez, boxeador salvadoreño que fue un “hueso duro de roer”.

“Fue una pelea sumamente dura, difícil. No esperábamos menos de un rival tan fuerte. Lo sorprendimos primero, y luego él a nosotros, pero poco a poco lo fuimos minando y gracias a Dios logramos el triunfo”, indica el chiapaneco.

Es importante recordar que, en el inicio de la batalla, Márquez fue quien mandó a la lona al “Diamante” Cortez, justo cuando las luces ámbar de los 10 segundos finales del “round” se encendieron. Pero la cortesía fue devuelva por el centroamericano para el segundo asalto, ya que conectó poderoso derechazo al rostro del mexicano que lo cimbró por unos instantes.

“Estoy contento porque cumplí uno de mis sueños más grandes, que es ser campeón del mundo, y qué mejor manera que conseguirlo enfrente de mi hermano, de mi familia, de mi esposa. Estoy agradecido con todos, con mi equipo, con don Nacho (Beristáin), porque hicimos historia aquí en Chiapas”, declaró César.

Tras la exhaustiva reyerta, quiere descansar, relajarse y estar alejado de todo lo que tenga que ver con entrenar, pues considera que es necesario el disfrute del título que ha conseguido luego de muchos años de sacrificios. “Voy a descansar unos días, a recuperarme físicamente para después retomar los entrenamientos, pero ahora mismo quien decide sobre mi carrera es don Nacho, pues él lleva mi carrera, y a seguir echándole ganas”, explica el pugilista.

Finalmente, César Márquez envió un emotivo mensaje a toda la afición chiapaneca y a los jóvenes que están comenzando en este mundo del Boxeo. Les pide que no dejen de soñar, pues hace cuatro años él lavaba platos en un restaurante y ahora es campeón del mundo.