Herramientas de defensa personal y en particular del Jeet Kune Do, arte marcial patentado por el legendario Bruce Lee, fueron el tema central en la participación del sifú puertorriqueño Pedro Rodríguez, invitado internacional a las sesiones del canal Universo Marcial, promovidas en las redes sociales de la Extreme Fight Academy (EFA) Chiapas.
Pedro Rodríguez tuvo desde su academia, en los Estados Unidos, una amena participación con el director y maestro de la escuela tuxtleca de Artes Marciales, Adán Castillejos Gallegos, quien durante la actual época de confinamiento ha mantenido el interés por estas disciplinas gracias a la participación de reconocidos peleadores y maestros de diferentes estilos.
En esta ocasión, Pedro Rodríguez, alumno del internacionalmente reconocido Paul Vunak, contó sobre sus inicios en las Artes Marciales, con apenas 13 años de edad, aprendiendo en casa mediante libros y revistas, pues, a diferencia de esta época, no existía Youtube o Netflix para conocer de cerca a los artistas marciales de la época.
Luego de haber sufrido un grave accidente automovilístico en 1986 —relató—, pudo recuperarse y aprovechó el tiempo para aprender más sobre disciplinas como Hapkido, Kali Eskrima, Jiu Jitsu, entre otras.
Tiempo después perfeccionó sus conocimientos con prestigiados maestros como Richard Bustillo y Dan Inosanto, si bien aseguró haber aprendido también técnicas hasta por llamadas telefónicas o a través de clases por Zoom —en la actualidad—.
En su participación, Rodríguez destacó el legado de Bruce Lee, quien no solo enseñó Artes Marciales sino una filosofía para la vida; además de hacer un análisis muy puntual de cómo algunos boxeadores han aplicado aspectos de las Artes Marciales para ser más completos.
Defensa personal
Especialista en defensa personal y en tácticas de defensa policial, que imparte en los Estados Unidos, Rodríguez advirtió que aprender a defenderse en situaciones reales de peligro no se logra simplemente tomando una clase de Karate.
En este sentido, explicó que la defensa personal requiere toda una ciencia, ya que se deben estudiar cuidadosamente las técnicas y adaptarlas a situaciones reales en calle, llevando también un entrenamiento físico y mental especial para entender que en una situación real existirá un estrés que habrá que dominar.
“El propósito es ganar una pelea, no estar buscando pelear”, expuso el maestro, y agregó que lo importante es que lo aprendido funcione, lo que pudo comprobar en su juventud, trabajando varios años para un club nocturno donde sometió a cerca de 80 personas que transgredieron el orden.
“Entendí que la mayoría de las cosas tradicionales no funcionan en vida real; no funcionan de la forma en que nos dijeron en el dojo, en el tatami, sin el estrés, sin la adrenalina”, reveló.
El experto, quien ha dado seminarios en países como Colombia, Panamá, Puerto Rico y República Dominicana, reconoció que en el medio ha sido visto como un maestro controvertido, por sus opiniones y forma de interpretar las Artes Marciales.
Sin embargo, destacó que quienes estén interesados en practicarlas deben sentir ese “tambor” o retumbe en el corazón, con el que sabrán que están con la mente clara y puesta para aprenderlas.