Los puños de Eliaquín Sánchez se impusieron este viernes 18 de junio en las instalaciones del Deportivo Roma. El integrante del club JJ Solís subió al encordado como favorito ante el chiapacorceño Misael Echeverría, quien pese a mostrar resistencia terminó sucumbiendo ante su rival.
La velada boxística no empezó bien para la promotora, pues en la estelar no se presentó Eduardo “Cobrita” Estrada, campeón superwélter, quien en la báscula perdió su cinturón. Además, Leonardo “Amenaza” Champo, otro de los pugilistas esperados, se lesionado el tobillo de último momento y tampoco tuvo actividad.
Sin embargo, las preliminares sacaron la casta, y muestra de ello fue lo que hicieron Sánchez y Echeverría. Dos jóvenes en la división de los 60 kilogramos, que tras oír la campana se apoderaron del centro del ring para soltar volados, que cual misiles buscaron la cabeza del rival para terminar por la vía rápida la contienda.
Para beneplácito de la afición que se dio cita, la pelea no concluyó rápidamente. Las esquinas de ambos contendientes les pidieron ser más prudentes, buscar primero el cuerpo con ganchos al abdomen y “uppers”, y luego rematar a la cabeza.
“Puños de Oro” fue quien mejor siguió esas indicaciones. Consiguió asestar en más de una ocasión esas combinaciones; además, Eliaquín, con menor tamaño de Misael Echeverría, aprovechó el terreno corto, pues en ese espacio fue en donde más daño causó al chiapacorceño.
Después de los cuatro “rounds” pactados, los jueces, de manera unánime, dieron la victoria a Eliaquín Sánchez sobre Misael Echeverría.
“Gacela” doma al “Jaguar”
En la semifinal improvisada de la noche, Carlos “Jaguar” Narváez sufrió ante William “Gacela” Villatoro, pues el oriundo de Comitán mostró mucho más garra que su rival, pese al mote que lleva a cuestas.
Al haberse caído más de un compromiso, la promotora debió replantar la pelea antes de la estelar, y fue en la que estos boxeadores sacaron la casta. En un principio, el “Jaguar” Narváez impresionó por su físico, pero su rival sorprendió al momento de soltar los puños.
En la batalla a cuatro “rounds”, Carlos Narváez se fue apagando poco a poco, pues sintió, tras los primeros minutos del combate, el poder de su oponente. Además, la “Gacela” se vio muy ágil de piernas, ya que cuando sentía la embestida del “Jaguar” usó inteligentemente las cuerdas para no recibir mayor castigo.
Villatoro no se precipitó, supo leer los momentos indicados para golpear y con ganchos poderosos fue mermando la condición de Narváez. Así, llegó el tiempo de leer las tarjetas y, de manera dividida, el de Comitán consiguió salir con los guantes en alto.