Llevando en la sangre la pasión que le genera su deporte, Edwin Espinoza Cigarroa sabe a ciencia cierta lo que realizará una vez terminada su carrera como boxeador profesional: ser entrenador, un camino que los deportistas —sin importar la disciplina— tienden a elegir, pues no quieren alejarse de lo que por años realizaron día con día.
El chiapaneco, único medallista de oro en los Juegos Nacionales Conade (2005), reconoció que su amor por el Boxeo le dicta que, una vez colgados los guantes, busque ser él quien forje a los nuevos campeones sobre el ring, y no nada más a nivel estatal, ya que su proyección va más allá de las fronteras de nuestro país.
“Hace unos días hubo un curso por parte de la Federación Mexicana de Boxeo, y entramos al curso para ser entrenador, y gracias a Dios lo acreditamos”, confiesa el pugilista, quien también se vislumbra como empresario deportivo. “Próximamente vamos a poner un gimnasio”, puntualiza.
“Como todo entrenador, yo quiero alcanzar todo, tener atletas de alto rendimiento, llevarlos a unas Olimpiadas Nacionales, Juegos Centroamericanos, Panamericanos y unos Juegos Olímpicos”, expone Espinoza Cigarroa, al tiempo de reconocer que en su nueva faceta tiene mucho por aprender, hecho que lo motiva a poner todo de su parte.
Difícil combinarlos
Sobre la posibilidad de combinar ambas facetas, boxeador y entrenador, algo que pocas veces suele darse en los deportes, Edwin es consciente de las complicaciones que se le presentarán, pero intentará hasta donde pueda.
“Me gustaría mucho, pero es algo muy difícil. Pero creo que sí, voy a tomar mi entrenamiento y dar una clase al día dentro del gimnasio. Es algo difícil, pero es lo que yo quiero hacer, porque también es de uno y quiero echarle ganas a todo”, puntualiza el boxeador.
Ahora mismo, Edwin Espinoza continúa con sus entrenamientos en casa, teniendo presente que, con el regreso de las funciones la pelea que buscará realizar es la revancha ante el quintanarroense Pablo Pech, con quien vio la derrota en octubre del 2019.