Muere el D10S del Futbol

Diego Armando Maradona murió este miércoles 25 de noviembre de 2020, a la edad de 60 años. Según se confirmó, se descompensó y sufrió un paro cardiorrespiratorio, su corazón ya no resistió y no pudo ser reanimado por los médicos, en la casa que habitaba en el barrio San Andrés de la zona de Tigre, en el norte del Gran Buenos Aires, Argentina.

Los datos no alcanzan a darle dimensión al asunto: se trata de la muerte de un símbolo que traspasó con una pelota de Futbol las barreras de la Argentina para convertirse en una leyenda mundial.

Maradona había dejado la Clínica Olivos el pasado miércoles 11 de noviembre, después de ser operado el martes 3 para extraerle un hematoma subdural. A partir de ahí, siguió con la rehabilitación en una casa alquilada, que estaba especialmente adaptada para que pudiera continuar con su tratamiento por su adicción al alcohol.

El velatorio de Maradona acontecerá una vez que se concluya la autopsia dictada por la fiscal actuante en la casa de Tigre, donde se produjo el deceso. Asimismo, fuentes cercanas al municipio de San Miguel confirmaron que Maradona sería enterrado en el Jardín Bella Vista, en la localidad homónima, donde yacen además los restos de sus padres, don Diego Maradona y Dalma Salvadora Franco, más conocida como “doña Tota”.

¿El mejor jugador de la historia?

La comparación será tan eterna como exclusiva, porque es cosa de dos. La realidad es que los demás vienen detrás, salvo Lionel Messi, quien para muchos tiene méritos para convertir en terna la discusión. La muerte de Diego Armando Maradona ha traído de nuevo la polémica: ¿es el mejor futbolista de la historia?, ¿el verdadero número uno?

Para casi todos los argentinos, sí; para casi todos los brasileños, no. ¿La razón? La disputa con Edson Arantes do Nascimento, “Pelé”. Aunque en los años más recientes dejaron atrás sus diferencias, durante mucho tiempo se enfrascaron en críticas públicas. Diego le llamó “esclavo de la FIFA” y “negro”, mientras que “Pelé” aseguró que “aceptó dirigir a la selección argentina porque necesita dinero” y “para que Maradona pueda compararse conmigo, primero tiene que pedirle permiso a brasileños y argentinos que fueron mejores que él”.

Sin embargo, ambos sabían que son el uno y dos de la historia. El tema es, ¿en qué orden? Para muchos, el “Pelusa” lo es por dos principales razones: su influencia en el título de la Copa Mundial México de 1986 y lo que logró con el Nápoli. Dueño de una zurda tan mágica como él era irreverente, el “Pelusa” tuvo una de las actuaciones más sobresalientes en la historia de las Copas del Mundo.

El gol del siglo

En esa edición, en 1986, Argentina marcó 14 goles y en 10 influyó Maradona, con cinco goles y cinco asistencias. Su capítulo estelar fueron los cuartos de final, ante Inglaterra en el estadio Azteca. Hizo aquel tanto de tal belleza que fue nombrado como el “gol del siglo”, pero también aquel que debió ser anulado, pero fue llamado por él mismo como “la mano de Dios”.

Para muchos, esa actuación en 1986 vale más que las tres Copas del Mundo ganadas por “Pelé” (Suecia 1958, Chile 1962 y México 1970), aunque no se puede olvidar que el astro brasileño marcó gol en las finales de la primera y tercera. A diferencia de “Pelé”, quien solo dejó al Santos para ir al Cosmos de Nueva York, Maradona sí jugó en Europa. Tras salir del Barcelona por una fractura, llegó al Nápoli, un club que hasta entonces era de segundo nivel en Italia, tan pobre como la región sur del país en el que se ubica.

En su presentación, el “Barrilete Cósmico” dijo que quería ser el ídolo de los niños pobres en Nápoles. Lo consiguió. Le dio a ese club los únicos dos títulos de Liga que ha ganado (1986-87 y 1989-90), además del único campeonato europeo que tiene: la Copa UEFA de la campaña 1988-89. En Italia 1990 también fue clave para que la Albiceleste llegara hasta la final, esa que perdió frente a Alemania Federal por el polémico penalti que señaló Edgardo Codesal.

Sus escándalos fuera de la cancha suelen influir en el análisis, pero si solo se remite a lo hecho en el campo, tiene con qué competirle a “Pelé”, quien además de esos tres Mundiales, es el verdadero artífice de que la selección brasileña sea considerada actualmente la más importante del mundo, más allá de que Leónidas podría ser considerado la primera gran figura en la historia del Scratch du Oro.

Líder de la constelación de estrellas de la Verdeamarela en México 1970, “Pelé” tenía una inteligencia sin igual para entender el juego, además de que presumía un gran remate con la cabeza y una fuerza que le permitía someter a los rivales en la disputa por el balón. Él fue el precursor en cancha para que el Futbol mutara de simple deporte a industria que factura fortunas en todo el mundo.

Son las dos figuras icónicas de este deporte, las estrellas más fulgurantes de todos los tiempos. Ahora que se ha ido Diego, vuelve la discusión sobre si es el número uno de todos los tiempos.

Carrera como entrenador

La carrera futbolística de Diego Armando Maradona trascendió más allá de la cancha, cuando decidió ser entrenador.

En 1994 —mientras cumplía una sanción por positivo de dopaje—, el Textil Mandiyú se atrevió a contratar a Maradona como su timonel, pero su debut tuvo que ser desde las gradas, ya que no contaba con las acreditaciones para ser entrenador y no podía estar en la cancha. A pesar de eso, triunfó 2-1 sobre Rosario Central.

Al año siguiente, pasó al Racing Club, donde apenas estuvo 11 partidos, de los cuales ganó dos (uno ante el Boca Juniors), empató seis veces y perdió tres.

Pasaron más de 10 años para que a Diego se le cumpliera otro sueño: dirigir al combinado nacional. Maradona fue contratado en 2008, para “rescatar” a una Argentina al borde de la eliminación en la clasificación de la Conmebol. Se presentó el 18 de noviembre con una victoria por 1-0 en un amistoso ante Escocia.

Al año, Diego Armando continuó con su carrera de director técnico, al dirigir al Al Wasl y Al Fujairah de los Emiratos Árabes.

En septiembre de 2018, los Dorados de Sinaloa apostaron por el sudamericano para dirigirlos. Su llegada a Culiacán ocasionó un revuelto en la entonces Liga de Ascenso.

Antes de morir, Maradona se encontraba en el Gimnasia de la liga de Argentina y dijo adiós con ocho triunfos, cinco empates y ocho derrotas.

Su último deseo

En el 2005, Diego Maradona condujo su propio programa, llamado “La noche del Diez”. En la emisión de despedida, después de doce noches, se entrevistó a sí mismo.

¿Qué quieres que diga tú lápida?, se preguntó. El mismo Diego contestó: “Gracias a la pelota”. “¿Qué me diría a mí mismo en mi funeral? Gracias por haber jugado al Futbol… Es el deporte que me dio alegría y libertad, pude tocar el cielo con las manos y gracias a la pelota. Pondría en una lápida: ‘Gracia a la pelota’”.

Fue una emisión en la que el exfutbolista se puso a pedir perdón por muchos errores en su vida. Y es que sus adiciones fueron un tema que se trató a fondo: “Pensé que no salía. Para el que se droga, cuando se te pasa te viene el bajón, tienes que drogarte para seguir y es una cadena y ahí es cuando viene la desesperación de no poder salir. Esa era el miedo de no poder llegar al final. Con la ayuda de mis dos hijas, de Claudia, he salido, pero a la droga no se le gana nunca… Salgo del estudio y hay droga”.

En su vejez, Diego se veía como abuelo. “Con los hijos de Dalma y Giannina en el palco de Boca, porque van a tener la camiseta de Boca. Yendo de viejo no creo que me conozca mucho la gente. Quiero envejecer con mis nietos y tener una muerte tranquila”.