Un sencillo pero a la vez emotivo homenaje brindó la Directiva de la Liga Municipal de Futbol y exjugadores del Club Deportivo Municipal, al jugador Gilberto Valencia Escamilla, anotador del primer gol en la historia del Estadio “Flor del Sospó” de Tuxtla Gutiérrez, así como a la memoria del guardameta Antonio Gordillo Ochoa.
Reunidos en el “coloso2 del barrio Niño de Atocha, las antiguas glorias del futbol amateur de la capital develaron una placa conmemorativa junto al presidente de la Liga, Gabriel Anza, donde se da cuenta del suceso acontecido el 1 de noviembre de 1972, durante el encuentro que sostuvo el Club Deportivo Municipal y el Cruz Azul, ante la mirada de cientos de aficionados que se dieron cita para el histórico duelo.
A 49 años de aquel momento que marcó la historia del inmueble –que hoy es sede de la Liga Municipal de Futbol Amateur y de partidos de la Tercera División Profesional–, el propio Gilberto Valencia Escamilla recordó que aquel tanto se lo anotó al finado Tony Gordillo, guardameta de los cruzazulinos, en un partido que además terminó con la victoria para su equipo, al son de dos goles a uno (2-1) y donde a él le tocó marcar los dos goles del encuentro.
“Fue el primer gol en la portería norte, el portero del Cruz Azul era de la selección: Tony Gordillo Ochoa, que en paz descanse”, recordó Gilberto Escamilla al tomar la palabra, momentos antes de la develación de la placa alusiva a su logro, la cual quedó instalada a un costado del vestidor de los árbitros, en el corredor que lleva al terreno de juego.
Con lujo de detalle, el antiguo portador de la camiseta número “11” del Municipal, recordó que el gol nació en una jugada desde la banda derecha, en un centro de Regino González, donde Wilfield Roque Álvarez saltó a buscar un remate con un rival y la pelota quedó dividida y botando en el área del Cruz Azul.
“El balón quedó bombeado a la altura del penalti. Yo como medio izquierdo engañoso estaba más cerrado, concentrado en la jugada, y cuando el balón cayó, yo ya estaba atento y corrí en diagonal, muy veloz”, contó.
“Antonio Gordillo no se movió de su portería y dije: ‘Si se lo tiro del lado izquierdo lo va a parar’, porque iba en sentido contrario, entonces se lo tiré al lado derecho, a media altura, porque los a porteros altos les hace daño los balones bajos y rasos y entra el gol, y como en aquel tiempo no había tanta tecnología y fotógrafos, lo celebramos tranquilos, porque así es mi estilo, pero nuestro capitán, don Filiberto Corzo Zebadúa, nos jaló al centro del campo, a los que estábamos celebrando, para que no nos distrajéramos”, rememoró.
Valencia Escamilla también trajo al presente el entorno de lo que fue la inauguración del estadio capitalino con las tribunas llenas.
“No cabía ni un asistente más, de tal manera que en aquella lomita pegada a la iglesia había público asistente; la atmósfera de ese día fue una banda de música tradicional entonando la ‘Marcha de Zacatecas’, la marcha deportiva y Manuel Morales Mandujano ‘la Pluma’, que en paz descanse, conducía y transmitía el encuentro correspondiente”.
Tras el acto protocolario de develación de la placa, los jugadores de Club Deportivo Municipal volvieron a calzarse los zapatos y espinilleras de futbol para disputar un encuentro amistoso y revivir los grandes momentos que los hicieron ídolos de la afición.