Tigres se volvió en el primer equipo mexicano y de la Concacaf, en llegar a la final del Mundial de Clubes al derrotar al campeón de la Conmebol, el Palmeiras por 1-0 con gol de André-Pierre Gignac de penalti.
El héroe como siempre fue el “Tigre Más Grande”, Gignac, quien con solvencia marcó desde los 11 pasos, pero además del galo, hay que destacar el juego de gente como Luis Rodríguez, Luis Quiñones, Carlos Salcedo y Guido Pizarro, entre otros.
Apenas al minuto tres, Carlos González hizo exigir a Weverton con un remate con la cabeza.
Del minuto 15 al 30 Tigres vivió su crisis, pero Palmeiras sólo encontró un resquicio para un disparo de Rony, que puso a trabajar al Patón.
Todo lo bueno que hizo Tigres en la primera parte, lo coronó en la segunda, cuando el “Chaka” Rodríguez filtró el balón a Carlos González, pero el paraguayo fue sujetado por la defensa brasileña. El penalti fue claro y también el gol que logró André-Pierre Gignac en consecuencia (53’).
Tigres con la ventaja, raro en ellos, siguió siendo el “mandón” en la cancha, queriendo el balón, teniéndolo y tratando de generar.
Palmeiras quiso despertar. Cinco cambios realizó el técnico portugués en busca de reacción, pero pocas veces lograron sobrepasar las dos líneas de cuatro de los Tigres, la única vez que pudieron, el “Chaka” Rodríguez salvó desviando el balón cuando Nahuel ya estaba vencido.
Se agregaron seis minutos. Nada pasó. Tigres logró la hazaña. Nadie antes que ellos. El primer club mexicano y de Concacaf en llegar a la final del Mundial de Clubes.