La reapertura de salas exhibidoras en México no ha sido tersa: en las últimas cinco semanas, solo una de cada 10 registradas en México han podido recibir público, contabilizando apenas 92 mil boletos vendidos.

La contingencia sanitaria también cobró sus primeras víctimas en el sector, pues 14 complejos cerrarán definitivamente y prevén liquidar a sus empleados, al ser insostenible el pago de renta.

“Es una situación difícil”, dice Tábata Vilar Villa, directora de la Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica, organismo que aglutina a exhibidores, distribuidores, productores y prestadores de servicios.

En México existen más de 7 mil pantallas, las cuales cerraron en su totalidad a mediados de marzo y comenzaron a reabrir en entidades como Aguascalientes y Michoacán durante el último fin de semana de mayo, con apenas un aforo permitido de 40 % y las nuevas medidas sanitarias. Se han sumado paulatinamente Quintana Roo, San Luis Potosí y Veracruz con el mismo protocolo de seguridad.

Desde entonces, de acuerdo con cifras de Canacine, se han proyectado 32 títulos, la mayoría ya estaba en corrida comercial como Veinteañera, divorciada y fantástica, que ostenta el primer lugar en esta nueva normalidad con más de 15 mil entradas vendidas, seguida por En el juego del asesino, que supera las 10 mil butacas registradas, dejando en tercer sitio a Grandes espías con 8 mil 300 espectadores.

También hubo relanzamientos para atraer público como Toy Story 4, El rey león y Coco, que en conjunto apenas superaron los mil boletos vendidos. Entre los estrenos estuvo la animación mexicana Escuela de miedo, que logró 4 mil 500 asistentes a las salas.

“Los 92 mil boletos vendidos no es nada respecto a los 30 millones que se venden en promedio al mes”, comenta Vilar Villa. “Esto responde a varias razones, una es que solo 13 % de la infraestructura del país está abierta, otra es que opera a menos de 50 % de capacidad en horarios escalonados y a que no hay estrenos, que son los que siempre atraen a la gente”, considera.

La directiva no cree que el temor a los contagios de covid-19 sea factor para la ausencia en salas, donde algunas registraron funciones con cero asistentes. “No lo creo tan claro, vemos a la gente en la calle, en el centro, en restaurantes, caminando una cerca de la otra, en los centros comerciales; es difícil saber si tiene miedo, pero veo otras actividades que sí van”, explica.

Comenta que los distribuidores apuestan a agosto para comenzar a programar sus títulos importantes, una vez que haya más salas abiertas.

Cierre definitivo

Hasta marzo, había en México más de 7 mil pantallas de cine, pero ahora se reducirán con el cierre definitivo de 14 complejos de las dos cadenas de exhibición más grandes. Los inmuebles se encuentran en Monterrey, Guadalajara, Saltillo, Nuevo Laredo, Toluca, Durango, León y Ciudad de México.

En promedio, cada complejo da empleo a unas 80 personas, de acuerdo con datos recabados, lo que significaría que más de mil personas perderían su empleo.