El actor surcoreano Lee Jung-jae, estrella de la serie El Juego del Calamar, presentó en el Festival de Cannes su primera obra detrás de la cámara, Hunt, un filme de espionaje. El intérprete y ahora director, de 49 años, da vida al jefe del servicio de inteligencia exterior surcoreano, opuesto a su par del interior, en una intensa búsqueda de un informante surcoreano.

La intriga está situada en los años 80 en una Corea del Sur que teme la invasión del Norte. Los dos héroes y sus equipos se enfrentan en múltiples combates con armas de fuego y las escenas de acción se suceden constantemente. Con un presupuesto importante, este largometraje tiene momentos que podrían recordar a la saga James Bond, con una trama que pasa por Washington, Seúl y Bangkok.

Después de esta cinta, presentada fuera de competición, Corea del Sur vuelve bajo los focos con Decision to leave del cineasta Park Chan-wook, autor de Old Boy; y Broker, del japonés Hirokazu Kore-eda, rodada en Corea del Sur. Para esta ocasión, el director ha trabajado con dos figuras destacadas surcoreanas: Song Kang-ho, protagonista de Parásitos (Palma de Oro de 2019) y la estrella del k-pop IU (cuyo verdadero nombre es Lee Ji-eun).