Avance paulatino en Museo de la Ciudad

Luego de que hace cinco meses fue cerrado el Museo de la Ciudad de Tuxtla Gutiérrez, hay pocos avances significativos en la reparación de los daños ocasionados por los movimientos telúricos de septiembre del 2017.

Hasta esta semana, los trabajos para intervenir el recinto construido entre los años 1941 y 1942 por el arquitecto Francisco D’Amico solo son de palabras, porque no han iniciado físicamente, ya que apenas se reforzó la seguridad para evitar que los transeúntes caminen cerca del área afectada, esto gracias a que la fundación Fernando Castañón Gamboa Pro Museo de la Ciudad apoyó con el material para acordonar las inmediaciones.

En un video transmitido en la página de Facebook del Ayuntamiento de Tuxtla Gutiérrez, Claudia Vaca Esquinca, secretaria de Desarrollo Urbano, exhortó a las personas a no caminar sobre la acera del recinto porque podrían sufrir algún daño en caso de que suceda un sismo.

En la transmisión, Baca Esquinca dio pocas noticias sobre el avance del proyecto de restauración, el cual obligó al cierre inmediato de las instalaciones del museo en febrero pasado, dejando sin espacio a los creadores y promotores que utilizaban ese espacio —las áreas que no resultaron afectadas— como su centro de operaciones para impartir talleres o realizar actividades culturales .

La trabajadora apunta que el edificio tiene un valor muy importante porque, además de ser catalogado como patrimonio arquitectónico de la ciudad, fue sede del Ayuntamiento en la segunda mitad del siglo pasado, cuando se hizo la donación del predio para que ahí se edificaran las oficinas. Asimismo, destaca que el tapial —que se colocó esta semana— es para aislar el inmueble y que los transeúntes no caminen por la banqueta, para evitar que suceda un accidente.

Por otro lado, habló de los daños que presentan las paredes y la fachada del museo. En la parte frontal, expuso, los daños son grietas que recorren gran parte de las paredes, pasando por las ventanas hasta llegar a la parte superior de la fachada, lo que significa que, durante el sismo, el espacio tuvo un asentamiento en su cimentación.

En ese contexto, Baca Esquinca se enfocó en hablar de la parte más dañada del edificio, que está en la pared de la 2ª Poniente. “Acá vemos que esta parte es más larga y, entonces, por la misma configuración del diseño arquitectónico, los daños fueron mucho mayores”, indicó.

“Al fijarnos, podemos darnos cuenta que aquí, a diferencia del asentamiento que señalé en el muro de la avenida central, tenemos un desplome que se observa en la parte superior de la pared. Todas las molduras se soltaron durante el movimiento, y esto representa un peligro porque cuando haya un temblor serán los primeros objetos que caerán sobre los transeúntes”, explicó.

Para finalizar, mencionó que la semana pasada el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) le entregó las últimas correcciones de la propuesta que presentaron para intervenir el edificio.

Afirmó que el proceso ha sido largo porque no existía un proyecto de intervención, el cual se tuvo que desarrollar con la participación de los integrantes del Ayuntamiento, y ahora están a la espera que se libere la licencia para que, inmediatamente después, con el apoyo de la Secretaría de Obras Públicas del Estado, puedan bajar el recurso que está en Sedatu (Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano) y comenzar la restauración del Museo de la Ciudad.