Cuando Jesusa Ochoa subió por primera vez a un escenario teatral profesionalmente tenía tan solo 15 años y lo hizo en un musical dirigido a los adolescentes. Tres años después está del otro lado de las historias rosas, manteniendo un duelo de confesiones y dolor con Nailea Norvid en una escena muy intensa de la obra Carne, que se presenta en el teatro Helénico.

“Estoy aprendiendo muchísimo. Yo me siento a ver los ensayos y me estoy nutriendo de todo el talento que hay a mi alrededor, por eso estoy haciendo mi lucha para no hacerme chiquita, porque eso es muy fácil con estos actores que son impresionantes, pero le estoy echando ganas”, dijo Jesusa, quien comparte el escenario también con Hernán Mendoza y Adrián Ladrón de Guevara.

Nailea comentó que ha sido fascinante cómo el director Enrique Singer ha cobijado a Jesusa, preparándola para el momento de estar en el escenario, dándole todas las herramientas necesarias para que tenga una buena actuación, mostrando así respeto y cuidado para las nuevas generaciones.