Charlan sobre Carlos Olmos
Carlos Olmos, dramaturgo. Cortesía

La dramaturga Laura Jiménez Abud fue una de las invitadas a La hora del café para hablar de la vida y obra del tapachulteco Carlos Olmos, en la décima edición del programa que conduce Matza Maranto.

Al preguntarle quién fue Carlos Olmos, la autora de obras como Cronotropo y Ellas, escrúpulos y cenizas dijo que el escritor, junto a Rosario Castellanos y Jaime Sabines, entre otros, forma parte de la cultura popular de nuestro estado, de México y del mundo.

El autor de Cuna de lobos nació en Tapachula en el año de 1947 y falleció en 2003, comentó Abud, y durante su vida tuvo varias facetas, entre estas las de escritor de obras de teatro, guionista televisivo y adaptador, ya que le gustaba llevar obras de teatro a la televisión, u obras de la televisión al teatro.

Añadió que Olmos era un gran traductor de significaciones, ya que jugaba con las representaciones y tenía una gran capacidad de mostrar de diferente manera una situación, lo que provocó que participara en una gran variedad de producciones y de adaptaciones. Precisamente una de las piezas que muestran a detalle la citada simbología es la novela Cuna de lobos, producción transmitida entre los años 1986-1987 por Televisa.

Matza Maranto detalló que dicha producción, que contó con las actuaciones María Rubio, Rebecca Jones y Gonzalo Vega, es uno de los melodramas que más veces ha visto, porque es una obra llena de símbolos, lenguajes y otros datos sensoriales que disfruta.

Laura mencionó que los que estudian la obra del chiapaneco han notado que en cada propuesta se percibe una nostalgia entrañable hacia Chiapas, en algunas de manera más directa como sucede con la pieza titulada Eclipse, o de forma sugerida como en Cuna de lobos.

“Porque él tiene una característica que todos los escritores de su época tenían, que era una nostalgia por el hogar, pero vista como un parche a la herida, ya que no sentían que encajaran en su entorno actual, y así lo expresa el mismo Olmos en el prólogo de su obra Tríptico de juegos, donde menciona que Tapachula la recuerda ‘como cenizas sobre una herida abierta’”, refirió la también actriz.

Jimenez Abud añadió que los personajes de Olmos tienen una dualidad muy notoria, tanto en los guiones escritos para televisión como en los de teatro, en los cuales se observa la lucha de dos fuerzas: por un lado está la tradición, divinidad y búsqueda espiritual; y por otro, lo carnal, el dinero y el poder. Esto, dijo, es más notorio en Lenguas muertas.

Por último, la integrante de Vámonos Teatreando invitó a las personas a que lean obras de teatro, ya que es un género que puede disfrutarse mucho desde la soledad.