Gilberto PiñaI La poesía y su génesis.

Hablar de lo poético, necesariamente nos remite a hablar del término poesía. Tal y como se entiende en la actualidad, la historia del término en el sentido etimológico se remite del griego poeien y en el latín poiesis que quiere decir “cualidad de la acción de hacer”. En un sentido técnico se refirió a todo trabajo artesanal, incluida a la actividad creativa en tanto otorga existencia a algo que no la tenía, esta referencia propiamente indica a convertir pensamientos en materia, aquí es donde se da la producción o la construcción del discurso.

La poesía en sus primeras expresiones “siendo con los griegos”, se caracterizó porque se destinó a la representación siendo así una comunicación no destinada a la lectura. Los orígenes de la literatura griega se remontan como mínimo, 300 años antes de Cristo, en los albores de una de las civilizaciones más completas y admiradas de la historia humana: la Grecia Antigua. Se ignora cuándo habría empezado a producirse esta cultura específica, y muchas de sus primeras obras habrían sido de transmisión oral, al ser previas a la escritura como soporte. Los géneros poéticos de la antigüedad prefiguraron los que hoy en día conocemos y fueron, inicialmente, dos:Poesía épica

Se entiende un tipo de poesía narrativa que canta las hazañas de unos héroes pertenecientes a un pasado más o menos legendario y cuyo comportamiento glorioso acaba convirtiéndose en modelo de virtudes (valor, fidelidad, nobleza, etc.).Es poesía cantada por aedos o cantores profesionales, con acompañamiento musical; esto era una ayuda para la memoria, como lo era también la dicción formularia, un saber técnico que comprendía expresiones válidas para muchas situaciones, la aplicación mecánica de epítetos a nombres (Atenea, la de los ojos de lechuza; Aquiles, el de los pies ligeros…) que se transmitían de generación en generación (por eso se dice también que es una poesía formularia). Todo ello facilitaba la retención memorística por parte del cantor.

Es poesía objetiva, pues el poeta actúa como simple narrador de unos hechos ajenos a él. La forma de esta poesía es el hexámetro dactílico. Consiste en la repetición, seis veces, del pie rítmico llamado dáctilo (algunos pies por un espondeo (dos sílabas largas). El elemento fundamental de la versificación griega es la cantidad de la sílaba o alternancia de sílabas largas y breves en el metro de acuerdo a determinados esquemas; es por tanto diferente a nuestra versificación, ya que su ritmo no es acentual y la rima no se utiliza. La poesía épica tuvo una primera etapa oral, en la que el cantor se limita a repetir, con pequeñas variaciones, una serie de cantos de héroes y personajes míticos que había aprendido de otros aedos. A esta etapa sucede otra en la que utilizando la escritura crea sus propios poemas. Esta es la etapa de la poesía culta y a ésta pertenece el gran autor épico griego, Homero.

La poesía lírica

Nace en Grecia en el siglo VII a.C. y debe su nombre a que en sus orígenes no era un género literario destinado a ser leído, sino a ser recitado o cantado al son de la lira. En Grecia el género lírico surgió ligado a la expresión de los sentimientos del poeta, pero debía de cumplir unos requisitos formales como: el empleo de determinados metros (el ritmo yámbico, dactílico o el coriambo), el acompañamiento musical de la lira –de donde deriva el nombre de lírica.

Su temática es muy diversa: expresión de los sentimientos personales del autor, trata temas cotidianos como el amor o el odio, busca trasmitir emociones al lector y sus composiciones suelen ser breves. En la filosofía son Platón y Aristóteles los primeros en escribir acerca de ella, más para entender su esencia y clasificarla en distintas categorías que como un ejercicio de expresión lírica.

En su obra La República, Platón establece tres tipos de “poesía” o subgéneros: la poesía imitativa, la poesía no imitativa y la épica. Dado que la reflexión literaria de Platón se halla en el interior de otra mucho más amplia de dimensiones metafísicas, el criterio que usa el filósofo griego para establecer esta triple distinción no es literario, sino filosófico. Platón, en primer lugar, describe la creación dramática, el teatro, como “poesía imitativa” en tanto que el autor no habla en nombre propio, sino que hace hablar a los demás; describe, por su parte, como “poesía no imitativa” a aquella obra donde el autor sí habla en nombre propio, aludiendo en concreto al ditirambo, una composición religiosa en honor de Dionisos; por último, establece un tercer tipo de poesía en el que la voz del autor se mezclaría con la de los demás, los personajes, y ahí es donde sitúa a la épica.

Será Aristóteles quien, por primera vez, afrontaría la elaboración de una teoría literaria independiente. La obra clave es su Poética (c. 334 a. C.), esto es, su obra sobre la poesía. Aristóteles introduce, en primer lugar, un elemento novedoso en la descripción de la poesía, al tener en cuenta que, al lado del lenguaje (el “medio de imitación” característico de la poesía), en determinadas formas de esta se pueden utilizar, además, otros medios como la armonía y el ritmo. Así, en los géneros dramáticos, la poesía mélica y los ditirambos.

En segundo lugar, cuando reflexiona sobre la forma de imitación, distingue entre narración pura o en nombre propio (ditirambo) y narración alternada (épica), llegando a una división similar a la que había establecido Platón.

Los romanos imitaron y adaptaron buena parte del pensamiento y las obras griegas a su particular visión imperialista del mundo. Una de sus obras fundamentales en ese sentido es el poema épico La Eneida, escrito por el poeta Virgilio Marón durante el tiempo del principado de Augusto, y en donde, a semejanza de como hicieron los griegos en torno a la Ilíada, se pretende remontar las raíces del pueblo romano hasta la misma Guerra de Troya y glorificar al imperio mediante una gesta mítica que pusiera de relieve los valores romanos y su destino labrado por los dioses. Virgilio fue considerado durante mucho tiempo, hasta la Edad Media, como el poeta por excelencia, por más de que en los tiempos del imperio romano también brillaron las figuras de importantes poetas como Lucrecio, Ovidio y Horacio.

Por supuesto, no solamente en occidente se ha cultivado la poesía, y son bien conocidas las obras poéticas de otros pueblos y civilizaciones desde la Antigüedad. Por ejemplo, los poetas Li Po (Li Bai) y Tu Fu (Du Fu) fueron considerados los mayores poetas nacionales de China en tiempos de la dinastía Tang, durante el siglo VIII d.C. En aquella época, tanto chinos como japoneses realizaron impresionantes antologías poéticas, como la colección de todos los poemas de Tang, con más de cuarenta mil poemas, y el Manyoshu (Diez mil poemas) japonés, del periodo Heian. El haiku, una de las formas poéticas propias del Japón, llegaría con el tiempo a alcanzar una difusión casi universal.