De Sor Juana a Pérez Prado, en la UNAM
La primera edición del Festival Cultura UNAM se rige por el espíritu de ser una celebración escénica pospandemia. Cortesía

El espíritu del Festival Cultura UNAM, que se llevará a cabo del 30 de septiembre al 16 de octubre en 28 sedes distintas de la UNAM, tiene su origen en la encuesta “Para salir de terapia intensiva, estrategias del sector cultural hacia el futuro”, un estudio que hizo la Universidad en el primer año de la pandemia, por ello convoca a más de 500 artistas internacionales, pero sobre todo nacionales, quienes darán más de 100 funciones de teatro, ópera, danza, música y letras.

“El Festival tiene por objeto hacer honor a ese esfuerzo que las creadoras y creadores hicieron para seguir, para no abandonar la escena, para continuar produciendo, pese a la precarización natural que trajo consigo la pandemia”, señala la coordinadora de Difusión Cultural de la UNAM, Rosa Beltrán.

El encuentro que congregará a artistas y colectivos como Calllithumpian Consort, Lukas Avendaño, Iván López Reynoso, Antonio Juan-Marcos, la OFUNAM, DakhaBrakha y Snow Tha Product, pero también la propuesta escénica del canadiense Wajdi Mouawad, los mambos de Pérez Prado, la música de John Zorn, y la danza del Taller Coreográfico de la UNAM (TCUNAM) y de la Compañía Juvenil de Danza Contemporánea de la UNAM, tiene como finalidad reactivar la vida escénica.

“Lo primero que pensamos es que el 90 %, por lo menos, de las actividades tenían que estar destinadas a apoyar a la escena mexicana, y eso es lo que hicimos, también pensamos que tenía que ser una oferta vasta, plural, diversa, incluyente, que trataría de abarcar todas las artes, danza, literatura, pero también un tipo de literatura que no es la que siempre se piensa porque esta tiene que ver más con su relación con las partes escénicas y lo performativo; desde luego cine, teatro lo mismo que rap y actividades multimedia”, dice Beltrán.

Con esa dinámica, el Festival se inaugura con el estreno mundial de la ópera La sed de los cometas, con libreto de Mónica Lavín, y música de Antonio Juan-Marcos; dirección escénica de Belén Aguilar y dirección orquestal de José Areán al frente de la Orquesta Juvenil Universitaria Eduardo Mata. “En México no se hace ópera, no se encarga ópera. El hecho de tener la sala Neza y de hacer esta obra semiescenificada que se encargó expresamente para el Festival, tanto el libreto como el compositor, como la directora escénica y el director de orquesta, es una celebración que está dedicada a Sor Juana y a los distintos temas que atraviesan su vida: la sed de conocimiento, los debates que tuvo que enfrentar, las alianzas que tuvo que hacer, el silenciamiento al que estuvo impuesta, todos los temas que conocemos de ella pero ahora escenificados y musicalizados en una ópera para ser representada en la sala Neza”, apunta.

También celebra la presencia de la rapera chicana Snow Tha Product, que es hija de inmigrantes indocumentados que dará un concierto masivo. “Es una extraordinaria rapera, cambia de registro, pasa del inglés al español, usa el ‘spanglish’, cambia los ritmos, los tempos, es realmente una virtuosa en esta forma de comunicación, yo la considero una rapsoda posmoderna, porque además da noticia del fenómeno LGBT, de la migración, el racismo, la homofobia, es extraordinaria”, indican.