Documentan el Carnaval de Huixtán

La lingüista antropóloga Margarita Martínez Pérez montó, junto a su compañero Abraham Gómez Vázquez, la muestra fotográfica “Tanchak: Carnaval de Huixtán”, en la galería Muy de San Cristóbal de las Casas, Chiapas.

Las fotografías de este trabajo que documenta una de las tradiciones del pueblo de Huixtán fueron presentadas físicamente, pero debido a la contingencia para evitar la propagación del covid-19, las puertas de dicho espacio fueron cerradas y la exposición solo se puede ver de manera virtual a través de la Fanpage de la galería.

Ante esta nueva forma de dar a conocer las piezas, Margarita comenta que no es lo mismo porque “movernos a la plataforma digital genera otro tipo de experiencia, crea nuevos puentes y diálogos con un público diverso”.

Recuerda que el día de la inauguración acudieron los músicos y danzantes de la citada festividad, lo que provocó que la apertura fuera una velada magnífica.

Dicha serie fotográfica es uno de los resultados del proceso de investigación y documentación que la profesora e investigadora en Lingüística Antropológica en la Facultad de Humanidades de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (Unicach) realiza desde hace cinco años.

“Esta serie fotográfica y los datos presentados provienen de tomas y videograbaciones de interacción natural de diferentes situaciones comunicativas y actividades asociadas al Carnaval, cuyos participantes pertenecen al grupo de músicos y danzantes del Barrio Sakji’ del ejido Adolfo López Mateos, municipio de Huixtán, Chiapas, México. Este trabajo fotográfico ha sido documentado desde febrero de 2016 hasta febrero de 2020”, precisó Margarita Martínez.

Explica que dicha actividad comienza 40 días antes de la Semana Santa; para ser más precisos, antes del Miércoles de Ceniza, y que a diferencia de otras actividades similares que tienen lugar en los Altos del estado de Chiapas, solo se lleva a cabo durante tres o cuatro domingos consecutivos antes del Domingo de Ramos.

Añade que en esta actividad participan hombres de diversas edades —desde niños, jóvenes y adultos— que forman parte de un grupo y se trasladan a la cabecera municipal “Jteklum” para realizar dicho carnaval, mientras que las mujeres se organizan para realizar y preparar algunos alimentos típicos de la región como el tamal de frijol y el atole agrio que es convidado durante el arranque de la actividad ritual.

Señala que los danzantes son los siguientes: el “mol pots”, que representa al “abuelo o el viejo barbón”; la “k’ame’el”, que es “la señora, la abuela o la vieja”, y los “tanchaketik”, que son “los hombres del cuerpo encalado, encenizado”.

Puntualiza que los primeros dos personajes portan el traje tradicional del hombre y la mujer tsotsil huixteca y otros elementos propios de la festividad. En cambio, el resto de los danzantes llevan únicamente el pantalón de la vestimenta tradicional y la faja, así como las espaldas abrigadas con un pañuelo con imágenes de la virgen de Guadalupe, mientras que el resto del cuerpo va semidesnudo pero cubierto por un tipo de cal denominado “ixlante”. Además, cargan animales del bosque disecados u otros objetos del entorno.

Agregó que “entre los personajes de los ‘tanchaketik’ se desprenden otros papeles como el ‘vakax’, que es una persona que se pone el cuerno del ganado y se encarga de darle vida y movimientos a través de brincos y saltos como si fuera un toro; esto indica la introducción de este animal durante la Conquista y la Colonia, pero también puede representar la maldad y bravura”.

Abunda que otro personaje de esta tradición es el que ejerce el papel del caporal, quien lleva enrollada y sujetada la “xoka” (soga o lazo) en el hombro para “amarrar y controlar el toro”.

Otros danzantes de esta tradición son quienes llevan plantas de caña de azúcar para referirse al trabajo de los tsotsiles huixtecos en las plantaciones de caña de azúcar o cañaverales en tierra caliente.

“Evidentemente, como todos los carnavales de los Altos de Chiapas, es una representación de lo propio y lo ajeno, los elementos del maya prehispánico y lo traído por los españoles. Sin embargo, es preciso destacar que una de las singularidades de esta tradición huixteca es el despliegue creativo de expresiones humorísticas y juegos verbales que los danzantes manifiestan para interactuar con el público espectador, lo cual hace de esta una práctica específica en la región”, finalizó.

Para conocer más sobre esta tradición, pueden acceder al siguiente link y visitar de manera virtual la exposición fotográfica: https://www.facebook.com/359953437499292/posts/1444568745704417/.