El Conacyt deja sin apoyo a estudiantes
Los afectados comentaron que los fondos son insuficientes para subsistir en otro país. Cortesía

Estudiantes de posgrados inscritos en el Programa Nacional de Posgrados de Calidad (PNPC) que actualmente realizan estudios en el extranjero con becas otorgadas por el Estado a través del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) se encuentran varados, porque la institución no abrió la convocatoria para la Beca de movilidad 2020.

En medio de la pandemia por covid-19, el Consejo, dirigido por María Elena Álvarez-Buylla, decidió no abrir la convocatoria de la también conocida como Beca mixta, por lo que más de 100 investigadores enfrentan problemas económicos.

“Somos alrededor de 110 personas varadas en el extranjero y alrededor de 15 que están en el país. Es una situación atípica porque en los últimos tres años pudimos ver que sí se abrió esta convocatoria. Entre diciembre y enero, algunos compañeros preguntaron a Conacyt vía correo electrónico sobre la apertura de la convocatoria y les comentaron que no había una fecha exacta, pero que estuvieran pendientes porque se abriría entre enero y marzo”, relata una becaria del Instituto Politécnico Nacional (IPN) que prefirió el anonimato por temor a represalias.

Los poco más de 100 estudiantes se encuentran en República Checa, Francia, Chile, Uruaguay, Canadá, Estados Unidos, Londres, Polonia, España y Colombia; mientras que los que se encuentran en otro estado de la República (Jalisco y Mérida) suman 15.

Al ver que no se publicaba la convocatoria, los estudiantes de los posgrados del PNPC se comenzaron a reunir y decidieron que cada uno enviaría correos a Conacyt para saber qué pasaría con la beca mixta.

“Aún no tenemos una fecha estimada para la publicación de la convocatoria de la beca de movilidad, le pedimos que esté al pendiente en la página de Conacyt, en la sección de convocatorias”, según se lee en un correo enviado por el Consejo en los primeros días de marzo. Sin embargo, ante la insistencia de los estudiantes en el extranjero, Conacyt respondió: “No habrá convocatoria de movilidad este año”.

Tras las respuestas, la beneficiaria y estudiante del IPN se pregunta por qué Conacyt decidió no abrir la convocatoria, sobre todo porque ya había un presupuesto destinado a este programa: “En teoría, nuestro programa debió tener asignado un presupuesto, de lo contrario nos hubieran dicho que no podíamos salir del país porque no iba a haber presupuesto”.

Además enviaron una carta a Conacyt en la que piden que se emita la convocatoria para becas de movilidad; que “sean valoradas y consideradas con carácter de urgente las solicitudes de las becarias y becarios Conacyt que ya se encuentran en otra entidad o en el extranjero realizando su estancia académica” y que se les “apoye con los medios legales, de gestión y financieros”, señala el documento .

Una doble crisis

Los becados reciben poco más de 11 mil pesos mensuales; sin embargo, firman un convenio con Conacyt que entre otras cosas, estipula que no deben recibir ingresos de otra institución o empresa, pero el dinero es insuficiente. Aunado a ello, en la actual también deben de lidiar con la pandemia por covid-19.

“Sí es una situación preocupante porque nosotros llegamos con la esperanza de poder recibir la beca de movilidad, no sabemos si es por falta de presupuesto, por la situación sanitaria del mundo, o por qué, pero no nos dan ninguna razón. Esto que vivimos es triste porque veníamos a hacer una movilidad internacional, conocer otras perspectivas acerca de un problema y es aún más decepcionante tener que estar encerrados y sin recursos”, declara.

La beneficiaria expone su situación y enfatiza que los recursos “son muy limitados”, porque pagan rentas de alrededor de 400 euros al mes, además de gastos de comida: “La beca que tenemos es de 11 mil, pero la mayor parte se va al arrendamiento, es decir, es insuficiente”.

La estancia en el extranjero o en alguno de los estados del país no es una decisión personal, sostiene la estudiante, porque los planes de estudio marcan que la movilidad es uno de los requisitos. Incluso, el tiempo de la estancia se adecua al grado, en el caso de la maestría puede ser de hasta seis meses, mientras que en el caso de doctorado, es posible extenderla hasta un año.