Errores que perjudican el aprendizaje del bebé

Los padres primerizos aprenden a base de equivocarse. Sin embargo, algunos hábitos pueden afectar el desarrollo natural del niño. Identificar qué cosas están haciendo mal es muy importante

Forzarle al bebé a que haga algo para el cual no está preparado

Los padres tienen muchas prisas para que el bebé comience a caminar o a gatear. Leen manuales sobre cómo pueden estimularle a dar los primeros pasos y cómo deben hacerlo, y olvidan lo fundamental, esperar a que el bebé esté preparado. Un experto recomienda esperar, ya llegará el momento adecuado y se presiona solo se logra frustrar al bebé y pasar noches en vela pensando que tiene un problema cuando no lo hay.

Sobreestimular al bebé

No hace falta que creemos una yincana de actividades para nuestro bebé, con cajas sensoriales, bits de inteligencia, actividades para mejorar su concepción espacial, la motriz, la prensil... Es un bebé, no hay que sobreexigirle ni pasar el día en un constante devenir de pruebas para que alcance nuevas habilidades. Basta con realizar algunos juegos de estimulación unos minutos, pocos, y siempre sin agobiarle, respetando sus tiempos y hacerlo mediante el juego divertido.

Comparar los hijos con otros niños

“Como el hijo de mi vecino ya escribe con tres años, voy a ponerle a hacer caligrafía”, “mi sobrino ya dice palabras en inglés, voy a enseñarle el idioma desde ya”... No se debe comparar a los niños; cada niño es un mundo, quizás uno pueda realizar trazos y garabatos con dos años y otro no pueda ni tomar el lápiz hasta más adelante. Respetar el desarrollo del niño y conocer sus límites es básico. De lo contrario podemos provocar un efecto rebote y bloquear el aprendizaje de la escritura u otro idioma.

Perder la paciencia con los niños

Los niños necesitan un ambiente tranquilo, relajado y estimulante, no un padre o madre con mal genio que intenta realizar una actividad con bits de inteligencia y, como no obtiene una reacción positiva, se enfada y regaña al bebé o al niño. Incluso le grita porque no consigue tomar la cuchara correctamente o porque no logra pronunciar bien una palabra. Hay padres que llegan a etiquetar al bebé “este niño es un torpe”. Nunca debemos utilizar la agresividad o los malos modos, es una actitud totalmente opuesta a la idea de estimular al bebé.

Convertir la estimulación en una obligación

Poner tareas al bebé desde las primeras etapas no funciona, es un error y el bebé acabará rechazando ese momento del día. La estimulación se ha de realizar siempre mediante el juego, en momentos en el que nuestro hijo esté dispuesto, tranquilo, sin sueño o hambre. Nunca día tras día, en el mismo sitio y a la misma hora.