A propósito de La llama inmortal de Stephen Crane (Seix Barral), su más reciente novela, el escritor estadounidense Paul Auster habló de literatura, del Estados Unidos que recupera el de la segregación en la que vivió Stephen Crane, y que dice no es tan distinto del Estados Unidos actual con las agrandes diferencias sociales y el gran abismo que hay entre ricos y pobres.

“Cuando vivió Crane ya había acabado la esclavitud, pero sí vivió la era de la segregación que era terrible. Al escribir este libro me sorprendió que muchos de esos programas siguen presentes y esta división entre ricos y pobres es tan grande como en tiempos de Crane”, afirmó Auster en una conferencia de prensa desde Nueva York.

Agregó “hubo reformas y se empezaron a cerrar muchas de esas brechas, pero hace 50 años de nuevo esas brechas han crecido y crecido y ahora estamos otra vez dónde estábamos hace 120 o 130 años. Es el problema que sufrimos en la actualidad. Sentía que no estaba escribiendo sobre la prehistoria sino sobre de EU de hace 100 años y el de ahora. Y no es distinto”

El autor de 4, 3, 2, 1 dijo también, a propósito del episodio que ocurrió en la Universidad de Michigan donde un profesor fue corrido por estudiantes que cuestionaron que hubiera mostrado un Otelo blanco pintado de marrón (el actor inglés Laurence Olivier), el intelectual señaló que le causa mucho pesar y no es una tendencia muy prometedora en la cultura estadounidense.

Abundó que la cultura de la cancelación la hacen chicos jóvenes muy idealistas que van a madurar. “No creo que sea un problema nacional. El problema es que vamos a perder la democracia, que nos la van a robar frente a nuestros ojos y salvo que nos unamos y resistamos a esto, en unos pocos años no va a haber Estados Unidos en un sentido como el que conocemos aquí o en otra parte del mundo”, destacó el narrador.

En La llama inmortal de Stephen Crane, Auster recrea la apasionante biografía literaria del joven escritor, periodista y poeta, creador de La roja insignia roja del valor, publicada en 1895 y que murió cuando apenas tenía 28 años. “Mi propósito era tratar de generar un nuevo interés en la obra de este escritor que solo vivió 28 años y es una figura importante. Creo que es el primer modernista del siglo XX en Estados Unidos, una persona que se adelantó al siglo XX, sus preocupaciones y método de escribir es muy contemporáneo. Le habla al lector de hoy. No estamos leyendo a través de una lente vieja y polvorienta sino que está muy viva su obra y exige ser leída”, agregó.

A propósito de la juventud de Crane y la excelente obra literaria y periodística que dejó con tan solo 28 años de vida, Auster evocó quién era él a los 28 años: “Me acababa de casar, me casé a los 27, había publicado dos o tres libritos de poesía, libros chiquitos; había traducido bastante poesía, había escrito muchos ensayos literarios y tenía una pila de más de mil hojas de prosa en las que había trabajado desde la adolescencia y que nunca me había causado satisfacción. Si me hubiera muerto a los 28 habría desparecido totalmente, porque mi carrera literaria estaba apenas en un estado incipiente. Empecé a sentir mi camino a fines de mis 20 y a inicios de mis 30”.